El lunes amaneció con un sol radiante, marcando el comienzo de una nueva semana. Candy y Alaric se habían despertado temprano, el sonido del despertador interrumpiendo sus sueños. Después de preparar el desayuno y asegurarse de que Millie estuviera lista para la escuela, se dirigieron hacia el centro de preparación prenatal para su segunda clase de parto, desde luego, con su respectiva escolta, desde ya no saldrían a ningún lado sin ellos, Alaric valoraba mucho la seguridad de su familia. La primera clase había sido una experiencia reveladora para ambos. Habían aprendido sobre la anatomía del embarazo, las fases del parto y algunos ejercicios de respiración básicos. Pero lo que realmente impactó a Alaric fue la conexión emocional que sintió con Candy durante la clase. La forma en que la t

