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El humo del habano dibujaba espirales en el aire quieto del despacho. Salvatore Lombardi giraba lentamente su vaso de amaretto, la cicatriz de su párpado izquierdo temblaba bajo la tenue luz. Sobre el escritorio, el sobre manila esperaba como una bomba de tiempo.
Enzo Santoro entró cerrando la puerta con cuidado:
*"Tutto qui, signore"* *(Todo está aquí, señor)*
*"Come ordinato: rapporti bancari, pagamenti, foto di sorveglianza"* *(Como ordenó: informes bancarios, pagos, fotos de vigilancia)*
Con dedos expertos, Salvatore deslizó los documentos fuera del sobre. Primero, los informes del Banco Suisse & Cie de Ginebra: pagos completos de todas las deudas del bufete Valdez, salarios atrasados con un generoso 15% extra, facturas pendientes liquidadas hasta la última hoja de papel l
