La orquesta comenzó a tocar una melodía lenta en el salón, sus notas filtrándose entre los árboles como un eco lejano. Lucía seguía inmóvil frente a la fuente, los dedos aferrados al borde de mármol mientras procesaba las palabras de Mark. —Espera —lo detuvo cuando él ofrecía su brazo—. Ni siquiera te había mencionado el tributo... ¿Cómo sabías que Don Giovanni lo exigiría? Mark se congeló por un instante, la sombra de las enredaderas dibujando patrones sobre su rostro. —Alexander es un hombre que paga sus deudas antes de contraerlas —respondió, esquivando la mirada de Lucía—. Cuando investigamos a Vittorio para este... *arreglo*, descubrimos su costumbre de cobrar *ofrendas de paz*. Era previsible. Lucía entrecerró los ojos. —¿Y mi padre? ¿Sabía que ustedes...? —Don Rafael sol

