Prefacio
313 Words
Desde la distancia la joven observa aquel hombre que tiene porte de ser un Dios griego, aquel hombre que algo a de significar en su vida, ese que guarda los secretos más oscuros. La curiosidad mató al gato, dicen algunos. Lo que mató al gato no fue la curiosidad sino lo que encontró. O quizá, solo quizá... El gato se suicidó al saber que estaba oculto.
La joven avanza con paso decidido pero lento, quiere ver más de cerca aquel hombre, lleva años planeando enfrentarlo, vigilando cada uno de sus pasos, pero cuidando no ponerse en peligro, lo que sea que esconde aquel hombre ella debía descubrirlo. Había imaginado cientos de situaciones, cientos de posibles secretos que aquel ser humano tan frio podría esconder. Camino durante largas horas detrás de aquel ser de mirada perdida que no hacía más que cosas indebidas, paso horas solo para descubrirlo, y ahora que estaba frente a su mayor anhelo. No sabía qué demonios hacer.
El aire fresco choca con su rostro y escucha el sonido que hacen las hojas al correr por el suelo. A sus quince años, había conocido el dolor, la sangre, y el sufrimiento, ahora solo buscaba saber aquellos secretos que la harían más poderosa. Quería ser igual aquel ser que denota poder y lujuria. Así lograría que su vida fuera interesante para ella, vivía en una guerra constante de lo que debía y no debía hacer, estaba condenada a vivir en la pobreza y el dolor que eso le causaba pero eso sería más fácil si sabía que ocultaba aquel hombre que parecía tenerlo todo. Pocos sabían la historia de los secretos de aquel hombre, y los pocos que la sabían, creían que eran solo mentiras de algún loco que quería llamar la atención diciendo sandeces de su amo. Menos ella. Ella sabía que era verdad, y estaba justo a unos metros.
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