—¡Se te ha escapado de nuevo! Su hermano le palmea el hombro con un tono un tanto burlón. —Se comporta como una niña. Éste medio sonríe. —Parece inocente, pero recuerda es una stripper… —¡Lo sé! Responde aun viendo el camino por donde ella se había ido. —Me gusta su amiga, es muy mona. —¡Olvídalo! No quiero que te folles a su amiga para luego dejarla tirada, solo aumentarás las ganas de esa chica de alejarse de mí. —¡Descuida! Yo sé hacer mis cosas. —Adrien… —Ven vamos a comer. Sonríe el rubio. (...) —¡Date prisa Zoé! Vamos a llegar tarde al trabajo. —Ya, ya… Esa noche llovía a cántaros, las amigas a duras penas llegaron al bar más mojadas que secas. Se alistaron para comenzar su jornada, aún no eran sus turnos para sus números así que tenían que hacer de meseras. —¡Vaya! Ex

