Las llamas alcanzaron su máximo esplendor mientras todos corrían ante la caída del marajá que no reaccionaba, los soldados más fuertes abrían el paso entre la multitud descontrolada para que pudieran crear un camino por el cual se pudiese sacar al marajá antes de que fuese demasiado tarde. Como llamadas las gotas de lluvia se precipitaron copiosamente dando así por terminado el ritual de Raj.
Todos corrían algunos a buscar refugio de la lluvia, otros a casa y otros más tras los soldados para asegurarse del bienestar del marajá, por lo que nadie vio aquella silueta parada en su mismo sitio y con la cara levantada al cielo para cubrir sus propias lagrimas que ya no podía contener más y que entre más fuerte caían las gotas de lluvia ella más gritaba y vociferaba, mas sacaba su dolor, se cub
