Mi mejor problema

1266 Words
Al terminar la película, dejamos de besarnos - Feliz cumpleaños - Dijo Dayane con su respiración aun acelerada. yo estaba tratando de controlar un poco mi respiración y mis impulsos, se encendieron las luces de la sala y me di cuenta de que no había nadie mas allí, solo éramos ella y yo, así que nadie mas nos había visto. nos levantamos de nuestros asientos y nos dirigimos a la salida de la sala. Dayane iba delante de mi y al llegar a la puerta de la sala se paro en seco, miro hacia atrás y me extendió su mano izquierda.  Me acerque y tome su mano - No huirás ¿cierto? no pareces ser de los que abandonan a los demás luego de conseguir lo que quieren, ¿o me equivoco?- Preguntaba Dayane - ¿ huir ? claro que no, después de esto no podre quitarte la mirada de encima - sonreí - Bueno, eso esta bien por mi - Dijo sonrojada La verdad es que en ese momento no estaba en mis cable, el rostro me ardía, mi corazón latía como el de un caballo, técnicamente no latía, galopaba. Mis sentidos se estaban agudizando y se fijaban cada vez mas en Dayane, y eso a su vez hacia que todo fuese peor. Era un circulo vicioso del que tenia que salir, cada minuto que pasaba se me hacia mas difícil contenerme  -Hey, creo que ya deberíamos irnos, creo que mi hechizo esta por acabar- dije rápidamente -Claro claro, el tiempo, vámonos- respondió Dayane. Ella seguía tomándome de la mano. fuimos al estacionamiento y en todo este camino mi mano no dejaba de sudar y mi respiración no  cambiaba. Cuando llegamos al carro, Dayane se volteo y me vio directamente a los ojos - ¿Por qué respiras así? - Dijo  Dayane. Pero ella estaba igual. No podía responder apropiadamente, estaba sin palabras, por mi mente no pasaban respuestas coherentes, solo acciones que debía evitar. Estábamos junto a la puerta del auto y Dayane se puso frente a mi y se acerco poco a poco, puso su mano en mi brazo y con la otra mano seguía sosteniendo la mía, se acerco a mi cuello y me dio un tierno beso en el cuello. Luego se alejo sin soltar mi mano para abrir la puerta trasera del auto y sin pensarlo dos veces, la jale de regreso a mi y comencé a besarla desenfrenadamente, ella pasaba sus manos por mi cara una y otra vez de arriba a abajo, ella termino de abrir la puerta del auto a sus espaldas y me jalo por el cuello de la camisa hasta que caí sobre ella en el asiento trasero del auto. Terminamos de subir y ya no recuerdo quien cerro la puerta, pero luego de eso no hay mucho que haya hecho mi parte racional, por un momento pude dejar salir un poco de mis instintos, era como un torbellino de placer, pero sabia que debía contenerme porque que si me dejaba llevar por completo terminaría haciéndole daño. Por un lado estaba mi fuerza bruta, la cual podría terminar fracturandole un brazo o una pierna con solo un apretón de mi mano. Y por otro lado estaba el hecho de que si mis genes entraban en contacto directo con los de ella, podría terminar muriendo. Ya Lisa me había explicado que no podía tener sexo con cualquier persona, era un riesgo que podría terminar en muerte. Así que por su bien, debía alejarme cuanto antes. Intente salir del carro por donde había entrado, pero de inmediato Dayane cruzo sus piernas abrazando mi cintura mientras me seguía besando, controlarme cada vez era mas difícil. Llego un punto en el que justo antes de perder el control, puse mis manos sobre los cojines de los asientos para no poner mis manos sobre ella. Dayane mordisqueo fuertemente la punta de mi oreja, y por algún motivo curioso eso me hizo cerrar mis ojos, luego siguió mordiendo mis labios hasta pintar los suyos con mi sangre, así que en ese instante pude me dio algo en que concentrarme... en darle la orden a todo mi cuerpo que no se sanara tan rápido, o sino podría darse cuenta de que no era normal. Luego Dayane puso sus manos en mi espalda y termino rasgando fácilmente mi camisa y mi piel, dejando ahora sus uñas con un color carmesí brillante. Deslizo sus uñas hasta llegar a mis costillas y allí las incrusto, me dolía, pero por primera vez me gustaba el dolor, no quería que parara, por ultimo mordió mi brazo con fuerza dejándome una gran marca. Allí fue cuando me di cuenta de que de los cojines de los asientos donde puse mis manos solo quedaban el cuero roto, presione con tanta fuerza que traspase el cuero y el relleno lo aplaste dentro de mis puños, ahora solo era una delgada tira de cuero que pasaba a través de mi mano. Dayane mordió mi clavícula... no resistí. De inmediato lleve mis manos a su blusa y la rompí con ambas manos dejando al descubierto sus pechos, allí abrí mis ojos hirviendo de deseo por su cuerpo, ya no la veía como a alguien normal, era mi presa, y no quedaría nada de ella. solo vi sus pechos y su sonrisa llena de sangre al verme, eso era todo lo que necesitaba para continuar por donde iba. Una hora después yo estaba al volante y Dayane seguía acostada en los asientos traseros del auto con los ojos cerrados y un brazo sobre su frente. Yo ya estaba mas calmado, pero aun así quería continuar, sin embargo tuve suficiente. Ahora debía pensar en el riesgo y contarle a Lisa, esto era un verdadero problema... pero podría decirse que es el mejor problema que he tenido. Jamás había tenido sexo, así que no sabia que proseguía, y tampoco podía a preguntarle a alguien que tuviese mas experiencia, principalmente porque no tenia amigos, pero aunque tuviese amigos... ¿Cuántas personas tienen un "semen asesino"? por así decirle.  Pero mientras manejaba de regreso, sentí algo en mi corazón, un dolor tan intenso que se me salían las lagrimas de pronto, me orille y pare el auto un momento, puse la mano en mi pecho, sobre mi corazón y mi frente sobre el volante. me encogí de hombros, apreté tanto como pude los dientes para no gritar - que pasa por que paramos - Pregunto Dayane balbuceando. - Ah necesito ir al baño - dije suavemente.  -Okey pero no tardes, ya es tarde y tu debes volver. Y se que no me lo estas preguntando, pero solo para que lo sepas. Esta es la segunda vez que hago esto, y no se pareció en nada a la primera. - Dijo Dayane. Eso ya lo sabia, al entrar en contacto con ella, es como si se actualizara una base de datos en mi cabeza a cerca de ella, no lo sabia todo, pero hacia una conexión especial con ella que me permitía conocer ciertas cosas, era como si su cuerpo me hablara directamente. Pero en ese momento no podía ponerme a hablar de nada, así que solo asentí con la cabeza y salí del auto, me aleje un poco y entre el el bosque por el que estábamos pasando, apreté mis dientes y mis labios y grite lo mas fuerte que pude, mis lagrimas se derramaban como una fuente y el dolor en mi  pecho era cada vez mas amargo, pero cada vez me adaptaba un poco mejor. Debí tardar unos 5 minutos hasta que volví al auto.
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