— Así tenga que venderle mi alma al demonio, la casa no se va a vender — le dije — no te preocupes que yo voy a resolver esta situación, así como resolví los otros problemas que se nos presentaron. Logré tranquilizarla y le pedí que se quedara a dormir conmigo por hoy, ella accedió y me dirigí a su cuarto para traer sus almohadas y la sábana, fue ahí que me encontré con Lina. — Si vas a proseguir con la demanda hazlo — le dije rabiosa — pero ya te digo que la casa no se va a vender. — Entonces me van a dar la mitad del valor y en efectivo — me dijo arrogante — ya me canse de querer ser buena y ver cómo me dan de patadas. — Si te he dado de patadas es porque te lo tienes bien merecido — le dije — ahora si quieres beneficiarte de lo que dejo mi nani pero bien que nunca te preocupaste por

