— Está bien. El dejo de frotarse y bajo a mi v****a para hacerme sexo oral nuevamente solo que esta ocasión no me contuve y le pedí que siguiera entre jadeos, sujete su cabello medianamente largo y lo jale con fuerza para que la penetración fuera más profunda, sus dedos se introdujeron y aunque al inicio cerré mis piernas las volví a abrir al sentir dolor — Shhh, relájate. Este era el dolor que decían que iba a sentir si me ponía tensa, decidí relajarme más y abrí más grandes mis piernas, una sensación espesa y helada se sintió en mi zona intima por lo que al ver mire al señor Lund con un tubo. — Es lubricante, dolerá menos, lo compré hace días. Me empujo un poco más hacia su cama y se colocó encima de mí mientras sus manos me masturbaban, yo jadee y no me moleste en callar los gemid

