— Los de la junta directiva se dejan guiar por lo que yo decido así que ya cállate de una vez y deja de contestarme como si tuviera que darte explicaciones de todo lo que sucede en el hotel, si quieres manejar hasta el más mínimo detalle deberías estar metido aquí y no vagueando allá afuera. — Eres increíble, siempre me has hecho sentir como el socio sobrante. — Si te sientes de esa forma no puedo hacer nada pero si quieres salir de esa situación te aconsejo que permanezcas más tiempo aquí y no vagueando. Iba a contestarle pero Briseida levantó la mano y lo dejó callado, seguimos revisando los demás informes y luego nos marchamos. — Definitivamente Briseida da miedo — dijo Saúl — con razón mi amorcito tiene el carácter de los mil demonios. — Ni lo dudes — conteste. — Ustedes dejen

