Like Crazy - Jungkook

Capítulo 8.

Nunca había odiado el tráfico de Miami tanto cómo está vez. Manejar por área de Brickell era un martirio y con cada segundo sentía que el alma se me escapaba entre los dedos. Nunca fui fanática de los hospitales y tener que entrar uno que estaba en el area me hacía odiarlo mucho más. Dejo el carro en el valet de la sala de emergencia. No me preocupo por coger nada más que mi bolso; y dejar todo lo demás ahí dentro. Odiando cada paso que daba y darme cuenta que podía perder a alguien importante.

La línea de persona es interminable, desgracia tras desgracia va llegando

Contando los minutos mientras que estoy esperando. Trato de concentrarme y de contactar a mi madre que me ignora olímpicamente, siento que por más que lo intento, estoy perdiendo la sanidad y tengo miedo de colapsar. Cuando es mi turno me recibe una señora de mayor edad con una cara de odio.

-Vengo por parte de Miguel Jáuregui.-es lo único que digo. No se que mas decir.

-¿Nombre y relación?-me pregunta sin ni siquiera mirarme a la cara.

-Genny Jáuregui, soy su hija.-en eso si voltea a verme.

-Ya veo.-Entonces muestra una sonrisa ridícula que me provoca partir en dos. Está jugando con mi paciencia y nunca he tenido mucha que digamos. Suelo perder los estribos bastante facil.

-Necesito tu identificación y llamar primero para ver si te pueden dejar pasar.-No entiendo lo que dice. ¿Por que no dejarían entrar? Comienzo a buscar mi identificación entre mi bolso y me desespero por no encontrarlo a la primera. Apenas se lo doy ya tiene el teléfono en la oreja.-Tengo a Genny Jáuregui hija de Miguel Jáuregui. Necesito autorización para dejarla entrar. Esta bien.

No le dice nada más, pero la veo teclear en su computadora.

-¿Me van a dejar entrar?-solo me mira y sigue en lo suyo. Simplemente me tiende un papelito plegable que puedo poner en mi camisa. Me canso de la actitud de la señora. Y no aguanto lo que llevo adentro por culpa de todas las emociones que llevo encima.-Sabe algo, si no está contenta con su vida miserable y no quiere ver personas debería de trabajar en un depósito donde no vea a nadie. Vieja de mierda.

Entonces me marcho escucho que me grita algo pero no me importa, camino perdida porque no se muy bien a donde ir, pero me las arreglo, preguntando de aquí y allá llego hasta la habitación de mi papá está. Me sorprendo a ver a mi madre y a otra mujer con un niño probablemente de unos diez año.

-¿Mamá?

-Genny. ¿Cariño qué haces aquí?-mi madre se acerca hasta donde estoy e intenta abrazarme pero no me dejo.

-Vine a ver a papá. ¿Quienes son ellos?-mi madre y yo compartimos altura y forma de cuerpo, me muevo un poco para poder ver a la mujer desconocida que tiene al niño atrapado entre sus brazos a su lado a mi padre que está en la camilla con los ojos cerrados, está inconsciente.

-Mi niña ven hablemos afuera.-trata de sacarme fuera del cuarto. Pero me planto fuerte y no me dejo mover.

-No, hablemos aquí.

-Genny, no es el momento.

-Nunca lo es mamá. ¿Quienes son ustedes? ¿Que hacen aquí?-Entonces le pregunto a la mujer que palidece por escucharme hablarle directamente.

-Ella es Patricia, y es la mujer de tu papá, y el es Anthony tu hermano.-Un sollozo se me escapa por la sorpresa.

-¿Perdón? ¿Como que la mujer de mi papa? No entiendo mamá, ustedes están casado.

-Mi niña, ¿no te diste cuenta nunca? Que tu papá ya no pasaba tiempo en casa.-Y si notaba su ausencia pero ella nunca le dio importancia y a pesar de que ya no actuarán de la misma manera cuando estaban bajo techo. No pensé que era porque papá tuviera otra familia, al Niño no le llevaba más que un par de años.-Hace años tu papá y yo no estamos juntos, solamente intentábamos mantenerlo en secreto porque sabíamos que era difícil.

-¿Y no te diste cuenta qué no diciéndome eso me estaban haciéndome daño? ¿Por que ocultármelo?

-Porque era mucho para tu papá. Y yo lo entendí, discúlpame, yo, yo…

-¿El estará bien?

-¿Cómo?-pregunta mi mamá bastante confundida.

-Que si estará bien mamá.

-Si, le han colocado un marcapaso, el se va a recuperar.

-Bien, es lo que necesitaba escuchar. Por favor dile que no me busque más y que no tiene que volver a la casa a fingir.

-Genny, por favor. ¿Que estás diciendo?

-Que ya no es una de mis prioridades, y no intervengas en mi decisión.-Miro a mi padre nuevamente, tan tranquilo y tan bonito como siempre, las lagrimas me nublan los ojos pero el dolor que siento es más grande. Pensé siempre que era La Niña de sus ojos, pensé que era importante en su vida. Pero me mantuvo en una mentira, pude haber aceptado que ya no amaba a mi mamá, pude haber aceptado a su nueva mujer e incluso al hermano que tengo. Pero mi odio era tan Grande que no quería saber más nunca de él.

Mi madre trata de agarrarme y abrazarme esta llorando, se siente culpable; pero no puedo odiarla a ella. Y aunque se que también me ha engañado; no siento el mismo rencor que siento por mi padre. Lo miro nuevamente, me duele el corazón también, pero me marcho. Esa noche mi papa no perdido la vida, pero murió en la mía.

En la actualidad.

-Genny. Puedes ver la luz. Sigue la luz cariño.

Muevo la cabeza de lado de la luz que parpadea, esta difuminada y apenas era visible pero hago lo que me piden. No siento o escucho algo más, me invade el miedo de pensar que estoy en un hospital pero no huelo a alcohol etílico. Cuando la vista se me aclara y me siento un poco más estable en el sentido que la cabeza ya no me da vueltas. Puedo ver a mi alrededor, sigo en el suelo del set y me siento un poco mejor.

-¿Que paso?-pregunto. Me levanto con cuidado y logro sentarme sin joderme en el intento.

-Te desmayaste. Nos diste un susto de mierda.-me dice Samara.-¿Te duele mucho?

-Un poco menos, estoy mejor. Solo necesito descansar.-Le sonrió porque se que están nerviosos, incluso Jungkook sigue ahí, no se ha movido de mi lado y me sostiene la mano. Su toque está caliente y me reconforta. So-Hee se ha marchado, porque no la veo a mi alrededor.

-Deberíamos ir a un hospital para que te revisen.-Propone nuevamente Samara.

-No, yo no puedo ir a un hospital, mejor dicho no quiero. Estaré bien.-les sonrió. Y con cuidado apretó un poco más la mano de Jungkook para luego soltarla. El lo entiende y se aleja un poco más, mira a su alrededor para ver si alguien más ha notado ese momento íntimo que hemos compartido, pero la situación en la que estoy no lo permite, todos están intentando de persuadirme para ir a un sitio que no quiero pero a lo mejor debo.

-No podemos obligarte.-es lo que dice a Jungkook.-Lamento haberte hecho daño, cuando solo trataste de salvarme.

-Y lo volvería a hacer.-los ojos de Jungkook se abren con sorpresa y siento que lo he cagado. Trato de que no se note mi nervios.-Lo digo porque, eso puede interferir en el schedule y el trabajo de todos.

-Ya veo.-Jungkook se levanta luego de eso.-Espero que te mejores pronto.-Y entonces se marcha.

Siento que lo he cagado, el idol de marcha tiempo después ya que no hay más que hacer.

-Véte a casa Genny.-me dice Jack Jack.-Tomate los dias que necesites hasta esta mejor. Mañana será un día tranquilo. Mañana es nuestro aniversario, así que el día será corto. No te perderás de mucho.

-No puedo faltar, es mi tesis.

-Esto no va a influir en tu tesis, Genny.-Samara me mira de una manera que me da un poco de escalofríos. Es como una madre reprendiendote con la mirada.-Así que hazme el favor, sube a tu maldito carro y ve a casa.-no estaba equivocada, es peor que una madre.

-Esta bien. Pero si me siento bien mañana vendré.-No insisto y ni ellos muchos menos. Cuando me levanto del suelo y tomo mis cosas para marcharme a casa ya casi no hay nadie en el estudio. Jungkook se esfumo como la espuma y So-hee ya se había ido incluso antes de que abriera los ojos.

Manejo con cuidado tratando de no ser brusca conmigo misma. Y para cuando llego camino tan lento porque los movimientos bruscos se siente como darme un tirón fuerte en medio del estómago. Subo hasta a mi apartamento y sufro quitándome la ropa; lo hago delicadamente, puedo ver el gran hematoma formándose en mi mis costillas izquierda, jamás me hubiese imaginado que esto pudiera pasarme.

Pero aquí estaba, posiblemente con una fisura en las costillas, sintiéndome miserable porque esto me sobrepasaba, pero no podía de dejar de pensar en Jungkook y en su mano sobre la mía.