Like Crazy - Jungkook

Capítulo 6.

Samara resultó ser la neurona izquierda de Jack Jack. Desde que esté la vio, no necesito ningún shoot, comenzó a básicamente a estimularlo a base de besos y palabras bonitas que hicieron que el director comenzara a trabajar realmente.

-Me gusta la idea de tener diferentes escenarios, digo uno por cada día de la semana.-Samara opina y les doy la gracia. Realmente era ta buena como el Jack Jack, era cuestión de decirle un par de cosas y empezaba a armar escenarios en su mente, lo más sorprendente era que ella tenia la habilidad de escribir de manera rápida todo lo que aparecía en su cabeza.-Dijiste que Jungkook comentó que el amor es arriesgarse y ¿saltar de trenes?

-Algo así, básicamente lo que me dio a entender es que se arriesgaba a todo, como una metáfora realmente, también como la canción de Bruno Mars, esa de que saltaría de un tren por ti y esas cosas.-le voy explicando y tratando de dar forma en mi mente lo que se me viene a la cabeza.

-Un muchacho muy arriesgado por lo visto. ¿Que les prevé una escena de el básicamente sujetándose de un tren y la chica adentro? Creo que eso si tiene más sentido.

-Me parece increíble, creo que eso si tiene mas sentido. Y el cantando a todo pulmón que se la va a coger todos los días de la semana.-exclama Jack Jack. Samara y yo nos quedamos viendo las caras con confusión.-Ese Niño es puro arte.

No me aguanto la risa y me rio de las ocurrencias de Jack Jack. No le prestamos mucha atención y seguimos formulando más escenarios por el resto de los días de la semana. El inicio había sido complicado pero lo demás empezó a llegar sutilmente de manera fácil y sencilla, esa noche no llegue a casa hasta el viernes por la mañana. El café me había dado taquicardia, la mezcla con el Vape había sido un poco mortífera y no pude dormirme hasta pasada las once de la mañana. Cuando desperté apenas eran las cinco de la tarde. Las sábanas estaban pegadas a mi cuerpo y estaba sudando a mares. Me levanto a mi tiempo y me doy una ducha cuando finalmente me siento completamente activa. Reviso mi teléfono buscando alguna notificación que valga la pena revisar. El mensaje de Carlos un compañero de trabajo me llama la atención.

“Primera vez en mi vida que consigo tener un viernes libre. ¿Te gustaría ir a comer ramen?”

La idea me encanta y es que no tenia nada más que hacer. Le respondo que si y me pide verme ahí a las 6:30; el sitio queda a treinta minutos en Santa Monica; agradezco que ya me di una ducha y comienzo a maquillarme, lo menos que quiero ahora es que se me vea la cara de cansancio. Una vez que termino con mi cometido y me gusta el resultado; elijo unos pantalones anchos de vestir, un top blanco, realmente mis prendas son bastante básicas, nunca hay tanto color en mi vestuario. La moda no era lo mío, había encontrado la belleza en lo simple, aunque mi simpleza a veces me costaba un par de dólares extra, a las seis en punto salgo de mi apartamento, no tengo tanta energía como me gustaría pero es básicamente porque no he comido aún. Llego al tiempo exacto que Carlos está pidiendo la mesa, lo abrazo por la espalda sacándole un susto.

-Joder mujer, casi me matas.-se da la vuelta para corresponderme el abrazo.

-Es mi trabajo de medio tiempo. Alice no puede con todo.-Nos reímos y la hostess nos saca de nuestra burbuja para llevarnos a nuestra mesa. Caminamos abrazados, las cosas entre Carlos y yo no iba más lejos que una simple amistad que había empezado hace ya cuatros años cuando lo conocí en mi primer día de trabajo en el restaurant.

La mesa que nos da es de dos, son de esos booth de parejas que puedes sentarte juntos y tener una buena vista del restaurant.

-¿Como te va en clases?

-Bastante bien, de hecho estoy mi tesis ahora.

-Felicidades.-me da otro abrazo que me estruja el alma. Carlos es un buen amigo, sus abrazos me reconfortan y me dan seguridad.-Estoy muy feliz por ti.

-Gracias, quisiera contarte mucho más, pero estoy bajo contrato y me pueden demandarme.

-Entiendo, no pasa nada yo también tengo algo que contarte. Pero pidamos al menos las bebidas y ya después comienzo a desembuchar el chisme.

Tal como lo había dicho, ordenamos no solamente los tragos, si no la comida incluida también.

-¿Que es lo que quieres contarme?

-Voy a casarme.-La noticia me deja en shock. Pero no me sorprende del todo, había escuchado a Carlos en más de una ocasión que quería pedirle matrimonio a Alice, pero me había perdido en medio de los acontecimientos.

-¡Dios!-grito tan fuerte que muchos de los comensales nos voltea a ver. Pero es lo de menos, abrazo nuevamente a Carlos sin creérmelo.-Carlos, es maravilloso. Felicidades, Dios mío, te vas a casar.

-Si yo tampoco puedo creérmelo Genny. Estoy tan feliz.-y se le nota, la sonrisa que tiene es genuina y grande.

-¿Por que no me habías contado que le ibas a proponer matrimonio? Te hubiese ayudado a preparar una sorpresa.

-De hecho pensé en pedirte ayuda. Pero el momento se dio sin ni siquiera planearlo. Solo éramos ella y yo.

-Eso ya no importa. Lo importante es que van a empezar una vida juntos de verdad bajo el mismo techo.

-Si he estado trabajando duro para comprarme una casa aquí. De hecho Alice también tiene unos ahorros, tendremos una boda, pero no Luna de miel por los momentos. Usaremos el dinero para la inicial de la casa.

-Oh woah, es mucho que hacer. Pero lo importante es que hay tiempo. ¿Para cuando sería la boda?

-En noviembre.

-7 meses. Si se puede hacer todo con tiempo.

-Si, Alice es buena organizando, de hecho también quería pedirte un favor.

-¿Cual sería?

-Si puedes ser la dama de honor de Alice.

-¿Yo? ¿Por que? Digo. No me molesta la idea. Pero no soy tan cercana con Alice como lo soy contigo.

-Lo se, pero Alice no tiene muchas amigas. Y no puedes ser mi padrino, eres una persona especial en mi vida, y a pesar de que no eres tan unida con Alice, ella te adora.-me remueve el corazón, incluso me dan ganas de llorar pero me aguanto el llanto.

-Ay! Esta bien, acepto pues.

-Perfecto, asi también ayudas a Alice a planificar la boda.

-Y porque me echas ese muerto a mi.-Entonces le doy un golpe leve en su hombro, Carlos se reí y yo también.

-Estoy jugando, pero creo que lo harías maravilloso, el dirigir pues.

-Bueno nunca he hecho algo así, pero siempre hay una primera vez.-la comida llega con los tragos, no nos dimos cuenta de ese detalle pero igual comemos tranquilos y seguimos en la platica.

Ahora que tengo más tiempo para ver mi alrededor, me percato que a una mesa no tan alejada está Jungkook con su equipo, el Sejin hijo de puta también está ahí. El idol se ha dado cuenta de que estoy aquí, porque me ve de vez en cuando yo por mi lado no he déjalo de verlo. Que tengo que hacer simplemente fingir que no lo conozco. Bueno en parte es cierto, también el contrato de confidencialidad no me deja, así que sigo en lo mío.

-¿Volverás al restaurant una vez que te gradúes?-carlos me saca de mis pensamientos. Unos que se estaban desviando por otro camino, y es que Jungkook se veía demasiado bien. ¿Como lo logra?

-Creo, aunque no por mucho tiempo, probablemente mientras encuentre otro trabajo.

-Te vamos a extrañar, ese lugar no será lo mismo sin ti.

-Y yo a ustedes, bueno sobre todo a ti. Eres mi mejor amigo. No te vas a deshacer de mi tan fácilmente. -Carlos rueda los ojos.

-Puta, ya me jodi.

-¡Oye!-le vuelvo a dar otro golpe en el brazo. Y seguimos comiendo.

-¿Quieres quedarte aquí? ¿O prefieres ir a otro lado a seguir bebiendo?

-¿Que horas son?

-Faltan veinte para las nueves.

-Aún tengo tiempo, tengo que llegar a casa antes de las una. Tengo que ir a trabajar mañana a las diez. Vámonos a otro sitio.-la mesera que estaba haciendo un acto de desaparición porque no la habíamos visto hasta que llegó la comida h las bebidas. Se toma su tiempo pa venir hasta nosotros, está entretenida con la mesa de Jungkook, aunque disimula muy bien, apenas y se ha movido de la mesa del idol, minutos más tarde y porque aparentemente se acuerda de que tiene más clientes comienza a trabajar a regañas dientes.

-Disculpen la demora, es que mi cantante favorito está en la otra mesa y me gano la emoción.-Carlos y yo la entendemos; aunque muy rara vez por nuestro restaurant nos pasa, y cuando alguien muy importante va es casi imposible por detenerte a hablar con esa persona por más de dos minutos. Siempre estamos corriendo.

Cuando la chica regrese con nuestros tickets y podemos tomar nuestras tarjeta, salimos del establecimiento, para sorpresa mía y porque no me había dado cuenta el que me sostiene la puerta de la salidas es Jungkook, también no me pasa desapercibido que casi le tira la puerta en la cara a Carlos. Pero este pone las manos hacia el frente y no pasa nada; tampoco hace un escándalo.

-Disculpen, estaba tratando de ser amable.-Jungkook se disculpa con nosotros, Carlos le sonrió porque el no se ataca con nada, ni fácilmente.

-Tranquilo la intención es lo que cuenta.-No digo nada tampoco. Porque no se que decir, es obvio que Carlos no lo reconoce porque el no es tan fanático del mundo del k-pop. Pero yo tampoco digo nada porque me puedo poner en evidencia y el Sejin hijo de puta me está viendo, tiene una sonrisa de ironía. Simplemente está esperando que la cague; no le voy a dar el gusto.

-Vamonos Carlos.-le digo a Carlos.-Y gracias; que tengas buenas noches.-Eso se lo digo a Jungkook y caminamos de largo dejándolo parado en medio de la acera. Carlos que siempre ha sido medió invasivo pone su brazo sobre mis hombros y comenzamos a caminar; aunque volteo una vez más hacia donde está Jungkook lo veo mirarnos con el ceño fruncido y Sejin a su lado diciéndole cosas, que probablemente no son lindas.

Paso de él, no puedo hacer mucho. El socializar con el de esa manera frente a mucha gente puede acabar con mi tesis y desafortunadamente con la carrera de Jack Jack. Tenía que tener más cuidado, de ahora en adelante. Al parecer donde sea me lo puedo encontrar y eso sería caótico para mi vida; tampoco es agradable que simplemente finja que no quien es y no poder saludarlo correctamente simplemente porque su manager es un lunático.

Esto iba a hacer más difícil de lo que creía, apenas llevaba conociéndolo tres días y ya me estaba dando dolores de cabeza.