BUENA SUERTE

3178 Words
Es un buen momento para comenzar de nuevo, no me costó mucho pensarlo solo decidí hacerlo, tengo una familia muy unida vivo con mis padres lograron darme estudios hasta donde ello pudieron, pero ya era momento de hacer algo para retribuirles y agradecer. Por todo lo que han hecho por mí para continuar mis estudios, saliendo de la secundaria decidí meterme en un programa de formación empresarial. Teniendo apenas 17 años, me inscribí en el centro de capacitación, allí solo necesitaba que mi representante me acompañara, y así lo hice, mi madre siempre me apoyaba ese día decidió acompañarme para realizar la inscripción. Esta institución es un programa del estado donde jóvenes realizan sus estudios medio tiempo y trabajan al paralelamente, justo allí comenzó todo. Un día como hoy APROBÉ el examen de ingreso, inmediatamente me envían para realizar mi primera entrevista, ese día era perfecto estaba ansiosa de llegar a la entrevista más esperada de mi vida “mi primera entrevista” por sobre todo la más importante, una empresa hermosa grande e inspiradora. Justo ese momento me vi realizada, había crecido por describirlo de alguna forma era toda una mujer soñadora, camino a la organización me consigo con un café, super elegante como siempre me dejé llevar por la primera impresión. Comencé a mirar su fachada muy atractiva, entre al establecimiento estaba repleto de personas, me detuve un instante en la entrada miraba alrededor buscando un lugar apropiado para sentarme, frente a mi había una mesa ocupada por un hombre, su posición daba la espalda a la calle. Él hablaba por teléfono con una voz muy tenas, inexplicablemente en es momento siento una incomodidad, porque su voz agudizaba en el lugar y retumbaba en mis oídos. "No es necesario conocer en detalle los gestos del lenguaje no verbal", pues simplemente basta con mirar con detención, para saber lo que necesitamos y hacer juicios de él. "a veces inferimos actitudes en otras personas que nos hacen sentir cierta envidia insana", dice el psicólogo. es decir, cuando alguien hace algo que nosotros querríamos hacer, pero no podemos no solo te caerá especialmente mal sino porque hace algo que tú querrías hacer en tu lado más inconsciente, pero te reprimes. —¿Está ocupado este puesto?, ¿Puedo sentarme aquí? Le pregunte. —No — contestó él — no puedes, en ese tono desafiante e inquietante. Es este momento cuando me pregunto — ¿Quién no se ha encontrado en su vida con alguien que le disgusta, le molesta, le irrita, le hace comentarios insidiosos?, — lo odie tanto, que no puede evitar sentirme humillada o estúpida frente su mirada. Hay ciertos momentos de la vida que no se puede iniciar el día sin una taza de café, aunque a veces sea casi imposible, Esos fueron mis pensamientos. Inmediatamente retrocedí me senté en la barra a esperar. Yo quería sentarme en esa mesa, era la única que tenía una vista perfecta, pero no podía dejar de verlo con tanto rencor comencé analizando el personaje, —es un señor con clase, —pero también bastante sencillo —dije sarcásticamente, estaba totalmente indignada. Lo único que si puedo decir; —es que su perfume me hizo suspirar una y otra vez, — ese perfume de hombre sexy, —no puedo negar, — él es muy simpático, ese día ni me miro. Termino mi café me levanto de la barra, — gracias señor le digo chico que está en la barra atendiendo. Continúo mi camino para llegar a la empresa hasta que al fin llegue una empresa super bella muy prestigiosa, se abren las puertas pase todo señalizado seguí el camino marcado por caminerías hasta vigilancia el señor vigilante muy amable da instrucciones para pasar a las instalaciones de la organización ya que tenía que pasar por unos controles de ingreso hasta llegar a las oficinas principales. —¡Buenos días! —señorita “vengo a una entrevista” — Espere por el pasillo por favor, ya están por comenzar la entrevista, — estamos esperando que llegue el jefe me indica la recepcionista. — Muchas gracias le dije. Me dirijo a la sala de espera que la chica me indicó saque del bolso un espejo, me miro y afirmo—"es mío" frente al pasillo veo el organigrama de la empresa, muy lineal detallado. Había dos carteles informativos donde se detallaba la misión y visión de la empresa, eso obtuvo toda mi atención, pensé: — “siempre hay que tener grandes sueños y esta era mi oportunidad”. Eso dije en voz baja Me encontraba un poco inquieta me levanto de mi puesto comienzo a leer un poco los carteles que estaban colgado por todo el pasillo, yo era la última candidata estaba super relajada, más que nerviosa diría ansiosa por lo desconocido, no era la única chica en postularse. — ¡Ahora si chicas!, —¡Llego el jefe!, Escuche a la recepcionista. No quería parecer tan ansiosa pero como no estaba en el pasillo, me apresure para ocupar el puesto en la sala de espera. Sali casi corriendo quizás eran lo nervios esa actitud mía allí, — ¿Cuándo llego?, no me percate que había llegado. —Es más, — No lo vi, — ¿será que me dormí acaso? — ¿quizás dijo buenos días?, pero no lo escuche. Estaba hablándome yo sola. Sin pensarlo dos veces, me di vuelta y le pregunté a la compañera, que estaba sentada a mi lado. — ¿tú si viste al jefe cuando llegó? Le pregunte. — “Si”, respondió la muchacha. — ¡Ah! —Una pequeñez de mi parte eso dije, también quise romper el hielo y establecer una pequeña conversación con la muchacha que estaba delante de mí, si te abres un poco y compartes algo de ti, hace que la espera sea muy amena. llega el turno de ella faltaba menos para mí, la chica se despide de mi — chao, — buena suerte le dije, y me quedé esperando un ratico más, realmente era la última. Cuando ya habían pasado casi 25 minutos, llega la recepcionista me indica — que pasé a la oficina, miré a puerta y viene saliendo la chica diciéndome en voz baja: —¡Te deseo suerte!, con una sonrisa muy dibujada en su rostro, lo conseguí creo es mío. Me dijo. Eso me impresionó solo subí mi ceja y dibuje una sonrisita falsa en mi rostro de antipatía finalmente toca mi turno, entro a la oficina eso jamás me desanimo — cada quien obtiene lo que se merece pensé. — ¡Buenos días!, comienzo a caminar hasta el escritorio cuando llegué, me di cuenta enseguida que era el simpático de la cafetería. — ¡oh! "Que suerte la mía", dije muy bajo me paralicé un segundo. sintiéndome tan sorprendida que hice como si no lo reconocía. Iniciando la entrevista, se presenta — mi nombre: es (Luciano) comienza a explicarme en qué consistía el empleo —Ahora bien, ¿sabes cuál es la misión empresa? –Si... respondí, — Leí que su misión es consolidarse como una Empresa líder en la Fabricación, —distribución industrial. mire fijamente cuando respondía su interrogante, justo en ese momento hubo un silencio. — A lo que él me dice: ¡realmente no pensé en verte de nuevo!, agachando su mirada al cuaderno de notas, levantado su mirada fija nuevamente mirándonos a la cara ambos. Inmediatamente me puse a pensar:” En términos sencillos la vida real a diferencia de las películas románticas, no siempre se pueden derribar todos los obstáculos”. me sonreí. — ¡casualidad! respondo, continua la entrevista me pregunta — —¿por qué el empleo puede ser tuyo? — ¿Por qué? vine dispuesta a trabajar aquí —El Éxito no es Cuestión de Suerte. Le dije muy cálidamente y segura de mí misma, ya que no podemos cambiar las circunstancias a decir verdad lo que ocurrió en el café no era tan buen comienzo, pero había que decirle. Termina la entrevista me levanto de la silla extiendo mí mano diciendo: — muchas gracias por su tiempo — es un placer conocerlo. Las chicas me esperan para ir camino hacia fuera de la empresa. Estaban comentando todas que les había ido genial, con una muy buena actitud — creo que, a todas chicas, — ¡Yo también! – Exclame– me fue muy bien, —Esperemos la respuesta mañana ¡será! Sigo caminando llego a la parada de bus, —aquí nos separamos chicas, — mucha suerte — ya cada una a su realidad, — fue un placer verlas hoy —cuídense mucho nos volveremos a ver, —pronto, nos despedimos en la parada de buses y cada quien tomo su rumbo. ¿nos volveremos a ver? Quizás o no, era el justo momento para despedirse. Llegue a mi apto lanzo las llaves en la mesa, tire todo en el sofá voy y me ducho me relaje enciendo la TV. Ya eran casi las 3 de la tarde escucho mi celular, cuando lo tomé entra una llamada de un numero desconocido no acostumbro a contestar, pero sé que podía ser la llamada. —Muy buenas tardes (Soy la Sra. Leticia) de empresas SERIOM`S. — Hablo con la señorita ¡Amria! — ¡si! Respondí. — Usted a sido seleccionada para el cargo de aprendiz asistente administrativo, mañana comienza en el horario de 7:30 am, la esperamos para su ingreso. — Gracias respondí. Ese día casi no pude dormir para describirles cómo me sentía, era así como cuando falta un día para tu cumpleaños, que no puedes dormir de la emoción “así se siente”, me lancé en la cama mirando al techo ahora, da lo mejor de ti. — siiii, ¡vamos! Me levante busque en mi armario mi segundo atuendo para ir a mi primer día de empleo. —Esto se llama tener buena suerte, la noche estuvo larguísima no pude dormir casi nada en la pensadera, pero creo que me logre dormir no sé a qué hora. Al día siguiente me levante a realizar mi rutina saliendo de mi casa a la empresa camino a la empresa veo al simpático de mi jefe, inmediatamente volteé la cara e hice que no lo vi, solo apresure el paso para llegar a la hora de entrada. Solo faltaba poco para ingresar me detuve al frente leyendo a lo grande EMPRESAS SERIOM`S. —Llegué a mi empresa –dije con sentido de pertenencia realmente un sueño realizado de muchos que necesitaba cumplir poco a poco. — ¡Buenos días señorita! Le dije a la recepcionista. — ¡Buen día! Me contesta dándome la bienvenida a la empresa, —espera allí sentada dice, — está por llegar la jefa de recursos humanos, sígueme por favor, me dirige hacia una sala de espera. — ¡Muchas gracias! —le contesto. No pase mucho tiempo de espera, allí mismo llega la chica de recursos humanos, bienvenida a empresas SERIOM`S me dice: — ¡Buenos día Amria! — ven sígueme por aquí, caminamos por un pasillo a una oficina — siéntate. Me comienzan a dar la charla previa al empleo explicándome las funciones del asistente administrativo, agarra una carpeta arman manila amarilla imprimen su etiqueta identificándola, — comencemos para que tu misma armes tu expediente, — así veras como se realiza, — esa será una de tus funciones dentro del aprendizaje. Me entregan una libreta de notas diciéndome — siempre toma nota, — eso servirá a futuro de material de apoyo, — ahora vamos a formalizar tu ingreso este es el contrato léelo detenidamente y firmas. Comienzo a leer, era muchas clausulas que ni entendía yo solo firmé todos los papeles, en ese momento llega mi jefe saluda a la Señorita leticia con un beso y le dice: —Alguien venia caminando hoy a la empresa, — hizo que no me vio, —pero si la vi, —igual no me iba a parar a darle el aventón dice Luciano, Eso me hizo reír silenciosamente. Quizás los comienzos son los más esperados, pero este no era el caso, pensé. Luego de firmar más papeles un notario, diría yo finalmente me dicen cuál es mi escritorio dentro de la empresa y mi oficina. Todas las oficinas de la empresa eran media pared con persianas verticales, arriba era de vidrio transparente mi escritorio esta justo allí, esa era la única oficina que no las tenía, el vidrio tenía una ventana, yo podía ver todo lo que pasaba por el pasillo, esa era la primera oficina que se encontraba a mano izquierda justo después de la entrada, a la derecha se encontraba recepción, la entrada principal tenía un amplio pasillo ella lineal todos los departamentos. Ese primer día la chica encargada, que se llamaba Nuri me daba el recorrido por la empresa. Otra de mis funciones era hacerle las vacaciones a la chica del departamento de cobranza, que este mismo estaba muy ligado al departamento de ventas, que dirigía nada más que el joven apuesto sr Luciano. En la inducción me explican muy bien, más sin embargo ese era mi primer trabajo. Nuri era toda una experta una maestra de esas que su vocación es enseñar, ella dispuso todo su tiempo para que yo captara, me dio varios consejos, para la práctica. Mi primer día de trabajo eso me tenía super contenta, poco más tarde salgo al pasillo para llenar mi termo agua en el filtro que se encontraba justo debajo de las escaleras, yo esperaba a la chica de recepción que también se encontraba allí, cuando detrás de mi siento que alguien se había acercado, miro de reojos sigilosamente; era el jefe simpático, lo deduje porque su perfume era muy atractivo, es ese perfume que te hace suspirar una y otra vez le diría cual es pero no . —Hola — saluda con tranquilidad y comienza dándole instrucciones a la recepcionista. No me quería quitar de allí, quería seguir suspirando el olor tan divino que se dispersaba en el ambiente. — ¡Amria! dijo eso me asustó. Porque estaba concentrada en pensar. Se sonríe continúa caminando hasta su oficina. Yo solo lo mire creo que era una broma porque él es muy serio, se va a su oficina. Luciano se sienta en su puesto se puso a pensar — vaya es un pequeño encanto, comienza a jugar con su bolígrafo, — pero es una Niña, —le comenta a un supervisor que es su mano derecha. Al ratico sonó su teléfono celular contestando: — ¡Aló! él dice — solo quiero que vaya a visitar a dos clientes y vienes a la oficina. cuelga la llamada eso se escucha en el pasillo. Yo no se si era conmigo lo que había comentado, solo se escuchaba muy nítido hasta donde yo estaba tomando agua. Luciano cada vez que pasaba por frente de la oficina a través del vidrio nos mirábamos era profundo no se si por pelear, o para ver si yo esquivaba la mirada eso lo tome como un simple juego, ya me estaba adaptando al trabajo estoy muy ocupada entre tantos papeles y de pronto llega en ejecutivo de ventas de la zona norte. Escucho la algarabía de la chica de recepción ella era muy bullera, a decir verdad, yo estaba sacando unas copias, en un cuartico que se encontraba en el pasillo era exclusivo para eso. —¡Sr esteban! – escucho a la chica de recepción, —¡muy buenos días Srta.! Él es un hombre alto musculoso un moreno bello, no me lo habían presentado entra me mira, porque mi oficina estaba allí detrás del vidrio, todos estaban reunidos frente a mi puesto yo concentrada en mi computadora, el sr Luciano estaba con él ambos me miran. Eso quería decir que le estaría comentando algo acerca de mí, uno sabe cuándo alguien está hablando de ti, y ellos no eran los mas expertos en disimular, venia caminando a la puerta de la oficina ya se había acercado dice: — ¡Ven Esteban! tenemos una nueva chica pasan a mi oficina. — Mucho gusto soy esteban, — él es vendedor de la zona norte – dice el jefe Luciano. — ¡Amria! Le contesto es un placer. Miré detenidamente a esteban que no dejaba de mirar yo tampoco a él, pensé “me quiere intimidar”. Pero no lo hará, eso para mí no tenía relevancia, le quito la mirada a esteban y continuo muy seria mirando a Luciano que desde ese día no dejaba de mirarme fijo hasta me saludo con un beso, me tomo de la cintura, no sé si para marcar territorio frente esteban, igual yo hacia la que no me importaba, era solo mi jefe quizás esa manera de ser los hacia especial. A media mañana llega a la empresa una mujer a recepción, ella me miro de tal manera así cuando haces un escáner de arriba abajo yo inocente no había caído en cuenta, ¿quién era? ¿porque me miraba así? En ese momento sentí que ella me quería decir algo, era como esas chicas cuando quieren sobresalir, así como las novelas la observé y la recibí con una sonrisa sarcásticamente en realidad no sabía quién era, yo solo demostré amabilidad. Pues sí, era de imaginar esa chica era la novia del jefe muy atractivo, como yo iba a pensar que un hombre así de atractivo, bello, empresario, millonario iba a estar solito en la vida. Para ser sincera me dio envidia sana quise ser ella por un momento, — Pero ¿por qué? Pensé — si yo tenía mi novio, solo podemos coquetear ¿Por qué no?, eso me hacía sentir viva un simple juego de mirada — solo eso, — es más yo adoro a mi novio. Aquí mi primer secreto nadie sabía en la empresa y no es que quiera ocultarlo, pero para los programas empresariales siempre toman en cuenta la vida privadas de sus pasantes, porque somos adolescentes y siempre surgen embarazos precoces, tarde o temprano se iban a enteran con 17 años ya tenía dos años de noviazgo con Fernando, pero me encargaría de ocultarlo hasta que no se pueda más. Para cuando yo entre era septiembre de algún año remoto ya para esa fecha se estaba organizando en la empresa una fiesta de fin de año, ya tenía varios meses trabajando en la organización, llego diciembre en un abrir y cerrar de ojos, estuve en recursos humanos y me encargaría de armar las cestas navideñas dando apoyo a Recursos Humanos. Escucho mi celular repicar, mi novio es quien me llama y salgo fuera de la empresa para contestar casi vigilando de que nadie me estuviese observando en voz baja. — Te paso buscando, me dice Fernando — ¡Sí claro! Le respondo Cuando subo la mirada, el sr Luciano estaba mirando por la ventana cerca de la escalera del segundo piso, entro al edificio y él baja. – ¿Qué te falta de las cestas? Me pregunta.
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