—Contesta ¿quién eres?
El incubo está a escasos diez metros de distancia, es aterrador, la temperatura baja drásticamente y pareciera que las luces a su alrededor se extinguen, su cuerpo no es sólido, es como una especie de sombra espectral en color n***o y sus ojos verdes escasos de pigmentación, tengo miedo, pero no por lo que me pase a mí, Rachel está en el auto dándose cuenta de todo y temo que esta cosa la ataque
—¡Contesta maldita sea!
Nuevamente suelta una risa siniestra, Rachel grita
—¡Ágata!
—No salgas del maldito auto
Ordeno con desesperación
—¿Qué hago?
Pregunta y yo solo pienso en una persona
—¡Llama a Ian!
La veo sacar el móvil, teclea en el
—Oh no, no lo harás
Dice el incubo en su peculiar tono de voz y Rachel despega el móvil de su oído, no sé qué pasa
—¡Demoni
