Pasamos un lindo día nadando en el lago, a la hora del almuerzo Caleb y Carter decidieron ir a la ciudad por pizza para todos, Ian no se separa de mí y en cada distracción de papá me besa, aunque al parecer ya está aceptándolo como mi novio; estamos sentados cerca de la fogata, ya está anocheciendo
—Entonces ¿regresarán hasta mañana?
—Esa era la idea, pero creo que será mejor irnos, hay demasiados bichos
—De hecho, señor, son de las pocas personas que se quedan a dormir aquí, esta es una reserva de la vida salvaje, hay osos
—¡¿Qué?! ¿Osos? Yo no quiero ser comida para osos
Grita Amber escandalizada haciendo ademanes con sus manos
—Tranquila hija, de todas formas, tenemos que irnos, al parecer caerá una tormenta en cualquier momento
Señala hacia el cielo, el viento sopla trayendo nu
