Capítulo dieciséis
Pov Kayla
—¿Entonces? ¿Me van a decir que hago con ustedes? —golpeo la frente del rubio asustado y este empieza a rogar desconsolado para que lo suelte —Ay cállate —me levanto dejando de estar en cuclillas —ni siquiera tus compañeros han abierto la boca.
—¡Porque están muertos! —grita con frustración —tú, monstruo, los mataste —llora desconsoladamente —ya déjame ir, te prometo que no le diré a nadie lo que eres y lo que has hecho —dice viendo un punto fijo en el suelo —déjame... —baja la voz lentamente hasta quedar desmayado.
—Siempre tengo razón —niego y observo mis uñas media llenas en sangre por haberlas hecho crecer para sacarle las vísceras a los tontos que al verme transparentar mis ojos me empezaron a disparar a diestra y siniestra. Suspiro —patéticos desper
