Capítulo once Me separo de sus manos al ver la entrada a la mansión a escasos pasos y suspiro haciendo un puchero. —No me quiero ir —hablo como una niña y escucho como sonríe mientras me atrae hacia él —¿Qué es tan gracioso, eh? —me quejo cruzándome de brazos y Neythan apretuja mis mejillas con sus manos. —Nada, es solo que ojalá pudiese ver esta faceta y todas las que me faltan por descubrir más seguido —levanta sus cejas causando asombro en mí y pestañeo rápido sabiendo que después de esto no tenemos un motivo en concreto para seguir viéndonos. ¿Me recuerdan por qué lo despedí? Por puto, pero es un lindo puto y ya lo perdonamos. Muerdo mis labios y juego con mis dedos índices al mismo tiempo que lo observo repetidas veces, —Podrías regresar... —los nervios que tengo encima hacen qu

