SORPRENDIDOS
Natalia
Estoy boca abajo recuperando el aliento, mis brazos estirados hacia el pecho y rostro de Víctor, jugando con las líneas que descienden de su cuello a su torso. Nose como explicarlo, pero pasar las noches con el es lanzarse sin paracaídas, esperando la muerte. Me gusta jugar con la muerte. Mi corazón latió con tanta fuerza, que sentí estallar en mil pedazos todas mis sensaciones. El olor que desprenden nuestros cuerpo, apaga el frío que llevo dentro desde hace meses, aun no puedo creer que siga diciendo esto.
- estoy dolorida
“ es el mejor sexo que he tenido” pienso sostenieno mi cabeza, cintiendo facinacion por él.
- A mi también me gusto - sonríe satisfecho de mis palabras no dichas, quisiera poder apartar la mirada, pero no puedo, desde que he mirado sus ojos,
