Mentiras

2313 Words
    La fiesta estaba perfecta, excelentes platillos, bocadillos exquisitos y el vino ¡Maravilloso! Tenía una conversión con el menor de los Luthor, el cual estaba muy impresionado con el sabor del pastelillo de cangrejo que le habían servido, puesto que incluso con su gaseosa sabía bien. Zack me hizo una seña y giré mi cabeza para mirar al muy bien vestido hijo de mi esposo, Patrick fue el primero en invitarme a bailar.     —¿Bailarás con él primero? —preguntó mi esposo en cuanto me vio levantarme.     —Sí, lo pidió primero.—Adam nos miró de pies a cabeza antes de musitar hacia su hijo.     —Tú estás castigado. —Espetó el mayor de los Luthor y su hijo sonrió con suficiencia.      —Jane. —Dijo Patrick y sonreí completamente divertida antes de tomar su mano.     Fuimos a la pista y bailamos mientras nos burlábamos de Adam y su falta de concentración desde que me moví de la mesa, no nos había quitado la mira de encima, completamente incrédulo y sin duda alguna, me miraba molesto y a su hijo.     Al acabar la primera canción Adrian se acercó galante hacia nosotros y pidió a su hermano retarse para bailar conmigo el chico "probablemente sería castigado". Pasé un gran momento bailando con los chicos, incluso Karl y Kyle se acercaron a bailar. Cuando me cansé fui a saludar a mi celoso esposo, le di un abrazo y él me respondió con un suave beso.     Los amigos de Adam nos molestaron para variar y también nos felicitaron por nuestro aniversario, Edgar nos presentó a su esposa la cual para variar no le agradé, el hombre se disculpó por el comportamiento de su mujer y luego a nosotros se nos acercaron las hermanas de Adam con sus esposos, uno de ellos se veía algo extraño Alberto, un hombre frío y calculador que no paró de hablar de las acciones de su esposa y cuñada en la empresa, mujeres que a su vez al estar al lado de sus esposos se veían completamente manipulables. Edgar se disculpó por la actitud déspota y calculadora que su esposa repartió sobre el ambiente y sus amigos y yo comenzamos a molestarle por la actitud de su esposa.     Llegó el momento del brindis y Drake me acompañó a la mesa mientras su padre se acercaba a podio con Adam se veía perfecto en ese traje, llevaba una corbata color azul que hacía ver sus hermosos ojos más grandes y gloriosos de lo que ya eran, unas canas decoraban su rubia cabellera y la ternura y caballerosidad con la cual ayudaba a su padre a acomodarse lo hacía lucir todavía más genial.     Adam escuchó las palabras de su padre con atención, era probable que hubiese escuchado aquella historia miles de veces pero seguía mirándose fascinado ante las palabras de su padre, el cual habló sobre los inicios de la compañía y lo afortunado que era:     —El número de la suerte de los Luthor es el seis. —Dijo más viejo de los Luthor, Allan. —Y solo tenemos cinco viñedos... a pesar de eso tengo seis nietos que espero se hagan cargo de lo que hemos sembrado para que sigamos cosechando. —Todos aplaudimos y los niños posaron sus miradas sobre distintos puntos del salón. Allan le dio la mano a su hijo y un corto abrazo. —Adam le faltan seis hijos más, quizá alguno siquiera hacerse cargo.     Mi esposo se acercó al micrófono y saludó a los presentes:     —Creo que los números varían, si hablamos de esposas cinco es el número, si hablamos de viñedos seis sería un buen número, y los hijos... Bueno, de eso aún no estoy seguro. En el cuarenta aniversario de Luthor Enterprise me alegra anunciar la apertura a un nuevo mercado, el mercado cervecero, nosotros estaremos explorando con el área cervecero, cervezas coleccionables y cervezas que serán exportadas por todo el mundo. —Todos aplaudieron. —Quiero un aplauso especial para mi hijo Patrick quien es el dueño original del área cervecero y de la idea, además estará a cargo pronto del área creativo de ambas empresas. —Le di un apretón a Patrick en el hombro y lo vi sonreír, quien no estaba muy contento al parecer era el hermano mayor Luthor quien se veía bastante disperso.      My funny valentine Sweet comic valentine You make me smile with my heart Your looks are laughable Unphotographable Yet you're my favorite work of art Is your Figure less than Greek? Is your mouth a little weak? When you open it to speak Are you smart? But don't change a hair for me Not if you care for me Stay little valentine stay Each day is Valentines day     Le seguí escuchando cantar en mi oído, porque sin importar que mi madre hubiese elegido al padre de mi esposo, que viviéramos en casa de su esposa muerta o que siempre se me cegaba la visión cuando se trataba de Adam Luthor besándome en medio de una fiesta en la cual éramos el centro de atención o solos en el campo.     Yo elegía a Adam Luthor con sus perfectos e imperfectos.     —Te amo.     —Y yo preciosa. Ahora nadie lo duda.     —Sí, sube tu mano. —Rio y le acompañé con las carcajadas.     —Escapemos.     —Adam... Por Dios.     —Escapemos, lo necesitamos.     Salimos de la pista y chocamos con Patrick con dos copas de cerveza esperándonos.     Sonreí y tomé la de su mano izquierda, esperamos a que tuviera una para él y chocamos las copas.     Bebí el primer sorbo y sonreí, era la misma que habíamos bebido unos meses atrás en el jardín y sabía fantástica además de un poco mejorada, tenía el encanto de la miel, el jengibre algo de sabor un aroma a ginebra y una mezcla de sabores ocultos.     —Maravilloso, Patrick, te felicito y estoy orgullosa de ti. —Le di un corto abrazo y él me lo devolvió.     —La que tú bebes se llama Jane. —Sonreí.     —¿Por qué?     —Todas llevan el nombre de alguna de las esposas de mi padre.     —Me imagino que Kendall es bastante amarga.     —Oscura. —Ambos reímos y Adam negó con la cabeza.         —Tenemos que discutir los nombres. —le recordó su padre y este asintió. Hice una seña a Adam para que le felicitara. —¿A quién estoy bebiendo?     —Regina, dorada y refrescante. —Dijo y su padre asintió.  —En cierta forma, espumosa y peligrosa. Muévela. —pidió y Adam realizó el acto con gentileza, las burbujas se comenzaron a rebalsar. Su padre rio. —Estoy orgulloso, cuando hagas la colección de hijos la tuya no tendrá nada de burbujas.     —Ah, pero sí sabor.     —Jane y yo vamos de viaje. Te recomiendo quedarte con tu abuelo e ir haciendo conexiones, analízalos y sus palabras. Cuida de tus hermanos y no llames si no hay funerales de por medio o incendios.     —Bien, disfruten. —Dijo y nos observó salir del lugar.     Pasamos una semana discutiendo, ni siquiera pudimos amarnos, no había besos en la alcoba de dos amantes y en lugar de asustarme me sentí aliviada, ahora conocía la verdad de su boca.     —Adam, no quiero más mentiras, sombras y secretos.     —Jane, todo está por cambiar. —Dijo y me besó.     —Adam...—Refunfuñé mientras besaba mi cuello sin una pizca de cordura.     —Luthor, nena. Soy tú Luthor. —Le di un beso fugaz y me dejé llevar por sus caricias.     Después de amarnos como un par de locos, sin ningún tipo de control o alguna medida, Adam me dijo la verdad, justo ahí en medio de las sábanas escuché lo inimaginable, una verdad dolorosa que superaba todos los niveles de Luthor.     Cuando te casas con alguien como él esperas escuchar secretos todo el tiempo, o al menos eso fue a lo que me acostumbré, pero aquella primera mañana cuando le vi tomar una pastilla me di cuenta de que algo andaba mal y le escuché con atención, lloré en silencio y le apoyé como una vez prometí el día de mi boda y muchas noches.     Podía ser que no abriésemos esa botella de vino en nuestro aniversario número 25 juntos porque el simple que nos juramos tenía una fecha cercana.     Y un poco más mi esposo estaba más enfermo que la madre de mi hijastro, su condición era bastante complicada, visitamos a cuatro médicos distintos durante la segunda semana y ninguno tenía comentarios positivos.     Adam me pidió que firmase unos documentos para que me pudiese hacer cargo de él mientras estaba enfermo y los firmé tranquilamente, pensé que la tranquilidad que le demostraba la firma el documento era lo que necesitaba en estos momentos para sentirse sicológicamente mejor.     Unos días más tarde regresamos a casa, el lugar en el cual nuestros hijos ansiosos nos esperaban, Adam se encargó del papeleo en casa y vi que Edgar le visitó un par de veces, el resto del tiempo se lo dedicó a los niños, o mejor dicho sus calificaciones y tareas.     Los chicos ya estaban en su horario de clases normal y yo decidí al igual que ellos volver a mi trabajo que buena falta me hacía.     —Jane, necesito que hablemos. —Pidió  Javier y me llevó a la oficina.     —Jane, me gustaría que me rentaras el lugar y al equipo.     —¿Qué dices?     —Tú te haces cargo de lo que quieras pero el restaurante se dirige a mi manera. —extendió un contrato hacia mí. —No pareces enfocada en ello y yo... Realmente me gusta este lugar, puedes opinar pero yo doy las órdenes.     Me molesté al principio pero me di cuenta de que ser la esposa modelo que me había convertido era lo que me había llevado a abandonar ese lugar.     —Te nombraré jefe de cocina, pero no cederé mi lugar, de igual manera tendrás que comentar tus decisiones con respecto al menú conmigo. —Dije y asintió.     Montamos una propuesta y días después se hizo oficial ante nuestros compañeros los cuales aceptaron con facilidad el caso.     Estando dentro me enteré de que Sunny la mesera estaba por acabar la universidad y que Javier sería padre con su nueva novia a la cual no conozco Paola les felicité a ambos y me prometí hacer algo por ellos, algo bonito con todos eran personas nobles que siempre habían estado en mi vida.     Tomé una llamada en mi celular y vi el número era el de mi casa.     —Jane, la madre de Drake ha muerto.     —¿La madre de Drake, estaba en el hospital?     —Sí, él está allá, todos vamos a verle. —Me indicaron a cuál hospital ir, y cuando llegué intenté contactar con Adam pero no respondió, me encargué del pequeño que estaba descorazonado, pero complacido con la batalla que su madre había dado.     Tres días después.     —Drake, lamento que él no pudiese estar aquí. — Dije y le di un corto beso en la cabeza. —No sé qué le ha pasado.     —Tranquila Jane. Iré a descansar.     La madre del pequeño finalmente había acabado su lucha contra el cáncer el cual le había causado la muerte, me imaginaba el dolor que sentirían los tres hijos mayores al escuchar que estaban cerca de perder a su padre el cual insistía en no decirles que estaba enfermo, eran chicos unidos, pero no sé si puedan resistir la pérdida de su padre, que al final era la guía de esa familia.     Los hermanos Luthor se dispersaron y les milagrosamente se mantuvieron en un respetuoso silencio a favor de su hermano.     Subí a mi habitación y fui de nuevo al baño, algo me había dañado el estómago quizá los nervios o el estrés con todo lo que hay que hacer cuando alguien muere en Mainvillage, ellos se habían encargado de convertir aquello en una terrible experiencia para la familia y el saber que Drake quedaba sin nadie en esta vida lo hacía peor,  solo tenía a sus hermanos quienes no sabían qué decir, al parecer de nuevo las cosas estaban mal entre ellos y Addison le había dejado.     Continúe llamando a todas las líneas en las cuales Adam Luthor podía responder pero no conseguí ninguna respuesta por su parte y aquello me atormentaba. A la semana decidí ir a su empresa de la cual un abogado me llamó, había algo importante que tenía que decir.      Solo pude preguntarme la noche del viernes si mi esposo estaba muerto o si simplemente me había abandonado.
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