Capitulo 1: Erasé una vez un grupo de niños

2089 Words
HENRY Desde que tengo memoria, siempre he sido muy unido a Molly. Podría decirse que es mi mejor amiga en el mundo ...bueno, mi primera mejor amiga. Mi segunda mejor amiga se llama Melissa Jobs y debo reconocer que ninguna de las dos se lleva bien. Cuando era pequeño, sufrimos un evento traumático en la familia. Mi padre fue secuestrado por un demente cuando había hecho un viaje de negocios a Michigan, había pasado casi un mes y no sabíamos nada de el. Mi madre estuvo muy afligida y trataba de fingir tranquilidad para que yo no me diera cuenta, pero sabía que ocultaba algo. No podía ocultar su tristeza y poco a poco la ausencia de papá me comenzó a afectar también. El vacío en casa se sentía, estábamos incompletos, pero por si esto fuera poco, una noche entró a casa alguien que pensamos era un ladrón. Estaba durmiendo en la habitación de mis padres para hacerle compañía a mamá cuando escuche un cristal romperse en la cocina, así que estaba bajando las escaleras cuando escuche que mi madre me gritó que había un ladrón y que corriera a esconderme en la habitación y llamara a mi tía Alexa y a la policía. Cuando marcaba el número de mi tía, vi desde la ventana como mi madre estaba siendo arrastrada de los pies hasta un auto y era metida en el maletero. Entonces el vecino de al lado comenzó a disparar hacia el sujeto, pero no lo mató, solo lo hirió y este terminó huyendo. Mis tías Sam y Alexa corrieron unos minutos después a mi casa y me encontraron llorando en la habitación de mis padres, la policía llegó unos pocos minutos después al igual que mis abuelos. Después de aproximadamente otras tres semanas, papá volvió a casa. Estaba muy flaco y sus piernas y brazos estaban muy lastimados, debió ir a rehabilitación un tiempo y mamá ... .ella estaba tan mal que pensamos que moriría. Mi madre tiene problemas con los vasos sanguíneos de su cerebro, cada cierto tiempo debe hacerse estudios para detectar que todo siga bien. Mamá estuvo en coma seis meses después de haber sido secuestrada. Por un momento, todos llegamos a pensar en que no había nada más que hacer más que desconectarla del respirador. Obviamente yo era pequeño para entender todo en ese momento, pero me habían explicado que ella estaba en un sueño profundo del que quizá no volvería a despertar. Estuve yendo a terapia para superar el trauma de ver a mi madre ser secuestrada, y todo lo que implicó eso. Papá hacía su mejor esfuerzo para estar presente en mi vida y darme su cariño, mis abuelos y tías también. Entonces, esos meses me quedaba muchas veces con mis abuelos o en casa de mis tías para pasar el tiempo jugando con Molly. Ella es unos meses más chica que yo. Nos llevábamos bien desde bebés, pero fue en ese periodo en el que nuestros sentimientos se afianzaron más. Sentía que Molly y yo éramos uno solo, me sentía completo con ella, amaba su sonrisa y sus ojos azules igual que los mios. Pasaron los meses...mamá volvió y poco a poco retomamos nuestra vida, pero las cosas con Molly no cambiaron. Éramos más unidos, pasó un año más y ella entró a la primaria junto conmigo. Estábamos en diferente salón, por ser ocho meses más grande, iba un año por delante de ella, pero nos reunimos en el recreo y jugábamos juntos. ------- Mientras estaba ella en tercero y yo en cuarto de primaria, hubo una obra teatral, y jugábamos y nos disfrazamos mientras los maestros no nos ponían atención. Unas compañeritas precoces sugirieron jugar al típico juego de la familia, donde nos pusieron a Molly y a mí como papá y mamá. Era solo un juego, no pasaba nada...hasta que a otra amiguita se le ocurrió que antes de la familia, debía haber una boda. Entre los disfraces, había un vestido de novia con velo y un traje tipo pingüino para mi. Todo nos quedaba grande, los demás tomaron el rol del sacerdote, las damas de honor y mi amigo Steven sería el que se opondría al casamiento, pero igualmente aparecería Mariam, otra compañera y detendría a Steven. Si lo pienso bien, nuestro juego parecía una novela más divertida que la obra de teatro que se presentaría en la escuela. Todos nos estábamos divirtiendo, entonces llegó el momento en el que los opositores de la boda no se salieron con la suya y al fin nos íbamos a casar, cuando el "sacerdote" dijo que podía besar a la novia, le di un beso en la mejilla y ella hizo lo mismo, pero todos empezaron a gritar a coro /// "beso"/// Y entonces pasó, yo estaba nervioso y me daba vergüenza, nunca se me había cruzado por la cabeza besar a una niña en la boca y que esta niña fuera mi sobrina Molly menos. Ella era más extrovertida e impulsiva que yo y me agarró de las solapas del traje y me plantó un beso en la boca, después se rió y salió corriendo. Después de eso, comenzamos a perseguirnos todos, niño o niña al que le cayera el ramo de la novia, era el siguiente en comenzar a corretear a los demás, era nuestra versión del juego "tu las traes". Luego de un rato, nos quitamos los disfraces antes de que los maestros nos regañaran. Todos sabíamos que podían regañarnos por lo del beso, así que prometimos que nadie diría nada. Ya que después de nuestro beso, casi todas las niñas y niños que estaban jugando con nosotros lo hicieron. Ese fue nuestro sucio secreto. Sabíamos que estaba mal, pero era una travesura, realmente nadie del grupito tenía idea de lo que representaba para un adulto lo que estábamos haciendo. Solo nos gustaba sentir la sensación de los labios de las niñas. No mentiré, no solo bese a Molly, podría decirse que todos nos besamos con todos. Éramos un grupo de 8 amigos, 4 niños y 4 niñas. Y todos los 8 guardamos ese secreto para nosotros. Pasó el tiempo y ese juego quedó en el olvido, aparentemente. Un día mientras estaba en casa, llegaron mis tías de visita y Molly subió a mi habitación para hacer tarea juntos. Si bien íbamos en distinta clase, nos gustaba hacernos compañía y entonces cuando ya se iba a su casa, me beso en la boca antes de bajar las escaleras. Ante nuestros padres no lo hacía, solo cuando estábamos solos. Pasaron las semanas y los meses y de pronto yo me estaba graduando de la primaria. Molly se veía triste y molesta en mi graduación, pues ya no pasaríamos tiempo juntos como antes. Me acerqué a ella al final de la ceremonia, fuimos bajo las gradas del estadio donde se estaba llevando a cabo la ceremonia y hablé con ella sobre su actitud cortante conmigo. Estaba celosa porque conocería a otras niñas y perdería interés en ella. Yo no comprendía a qué se refería en ese momento, yo tenía 12 y ella 11 y a veces parecía que tenía conocimiento de cosas que yo no. Después de un rato en el que intenté convencerla de que nada entre nosotros cambiaría, me abrazó por el cuello y yo la abracé por la cintura y comenzamos a besarnos como muchas otras veces lo habíamos hecho. Debo admitir que para ese entonces nuestros besos aún eran inocentes, solo consistían en muchos besos de "piquito". Hasta que ella chupo mi labio inferior, haciendo que instintivamente yo hiciera lo mismo con su labio superior y luego al revés. Jamás había experimentado el calor que me produjo ese beso y que despertó una parte baja de mi cuerpo que nunca había reaccionado de esa forma. Dejamos pasar el asunto. El verano comenzó y pasamos con nuestra familia el primer mes, después nos separamos porque su madre iba a visitar a sus padres, con los que no se llevaba muy bien, pero querían ver a Molly. Así que ella se fue a Michigan y yo me quede en Seattle. A veces salía a jugar con Steven Stuard, mi mejor amigo y él me presentó entonces a su prima Melisa, que venía de Portland Oregón y había sido inscrita para comenzar la secundaria con nosotros. Melisa era más alta que las demás niñas del vecindario, nadie quería jugar con ella y le llamaban jirafa. Ella era bonita, era de piel blanca, ojos verdes y cabello rojo, tenía muchas pecas en la cara y se veía linda. Al cabo de una semana, Melisa se había convertido en mi mejor amiga, era como un chico más y eso me agradaba, no le importaba llenarse de tierra, trepaba árboles con nosotros, no le temía a los insectos y era competitiva. No le importaba tener un par de raspones por andar en bicicleta, era una chica fantástica y tenía muchas ganas de que Molly la conociera al volver. Me equivoqué ....en mi mente creí que podíamos ser amigos los 4, Steven, Melisa, Molly y yo. Sin embargo a Molly no le caía muy bien Steven y para nada le cayó en gracia Melisa cuando la conoció. Debí dividir mi tiempo para pasar una parte del día con Stev y su prima y otra parte del día con Molly. Cuando entré a secundaria conocí más chicos y chicas provenientes de otras escuelas, empecé a salir con más amigos y me uní al equipo de fútbol soccer, ya que el americano era demasiado rudo para mi. Casi no veía a Molly después de tres meses de comenzada la escuela. Hasta donde sabía, ella también se las estaba viendo duras con las tareas de sexto grado. No me preocupaba que casi no nos viéramos, teníamos que estudiar, después de todo, no dejaríamos de ser familia si no nos veíamos un tiempo. Finalmente llegaron las vacaciones de invierno y podíamos salir a jugar de nuevo, íbamos mucho a la casa del árbol que papá nos había construido en el gran árbol que había colina arriba, a veces iba allí con Steven y Melisa y otras veces sólo con Molly. — Henry, este es nuestro lugar...no me gusta que la traigas a ella aquí. — Dijo Molly con puchero, intentando hacer berrinche porque supo que Melisa también frecuentaba nuestra guarida. — Este lugar lo construyó mi papá para que jugáramos, no seas envidiosa Molly, deja de ser tan consentida. Lo que dije la molestó tanto que estaba a punto de llorar y a pesar de saber que era una manipuladora, no podía dejar de sentirme mal cada vez que ella lloraba, por la razón que fuera, así fuera la más estúpida. Era como si hubiera nacido para mandar y yo para obedecer. Rodé los ojos y la abrace — No llores por eso Molly. Te prometo que jugaremos en otro lado, ya no traeré a Steven y Melisa aquí. Ella sonrió grandemente que parecía el gato de cheshire y me dio un beso de esos que solo ella podía darme. Con lo que no contaba era con que Melisa me había ido a buscar y nos había visto. Después de una semana, Melisa me llamó porque quería ayuda con algo y fui a su casa, la saludé y ella parecía seria. Entramos a su habitación y ella cerró. Se sentó en la orilla de su cama y yo en un puff que había frente a ella. — Henry, hay algo que quería decirte pero no sabía cómo…— Se veía muy nerviosa. — ¿Qué es? Dime — Los ví, a Molly y a tí dándose un beso en la casa del árbol el otro día. Había ido a buscarte para enseñarte mi patineta nueva que puede usarse para la nieve, tu mamá me dijo que podía encontrarte ahí. Fui silenciosa, ni tu ni ella me vieron o escucharon, y descuida...no le he contado esto a nadie. Si no lo dije antes, es porque no sabía cómo hacerlo. Richard, esto no está bien...ella es tu prima o lo que sea, son de la misma sangre. Darse besos en la boca es para los novios y los esposos, no para las amigas ....o las primas. No supe qué contestar a eso, si bien...algo en mi me decía que lo que hacíamos no estaba bien, tampoco creí que el asunto fuera demasiado grave…¿Lo era? Para nosotros había sido normal por tantos años...todo comenzó como un juego de niños y me acostumbre a eso
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD