CAPITULO 2.

4903 Words
-Carter... - justo en ese momento había recordado porque le insistió tanto a la menor en que se quedara, misma que se estaba retorciendo en su asiento bastante incómoda, deseando poder meterse debajo de él, o mejor aún, desaparecer - Carter llega hoy...- repitió con una enorme sonrisa en la cara. «Carter... Carter llega hoy», esas palabras se seguían repitiendo como eco en su cabeza. -¡Mierda! Eso fue un golpe bajo Alex, ¡¿No se te ocurrió decirme antes?!- susurro con los dientes apretados, y un pequeño nudo de nerviosismo y tensión en el pecho, el cual ya le estaba subiendo hasta su garganta -Pero no tienes porque sonrojarte... cuñada- agrego rápidamente entre risas la otra. Disfrutaba un poco, solo un poco, el verla de esa manera por la sola mención de su hermano, sabía muy bien lo que la castaña sentía por él, y lo único que quería era verlos felices, y que mejor que fuera juntos, por eso intentaba hacer de todo para que se juntaran, «Quien quita y un día de estos mis esfuerzos rinden frutos» pensó. No hubo momento más oportuno –según ella- para que Carter apareciera. -Creo que este es el peor momento para que digas algo así ¿no crees?- volvió a susurrar la menor con molestia, ya hiperventilando y buscando una manera de ocultarse Y es que ¡Por Dios!, ¿Por qué Alex no le había dicho nada?, hasta ese momento, estaba más que segura de que Carter iba a estar todo el fin de semana en la playa con sus amigos, entonces ¡¿Qué hacia ahí?! No estaba lista para verlo, y no era porque no estuviera maquillada o con sus mejores fachas, ¡no!, era solo... que no estaba mentalmente preparada para verlo ese día. Es decir, si tan solo el tenerlo a unos considerables 6 metros, sin haberse visto aún, la había hecho sonrojarse hasta los pies aunado al zoológico que se había desatado en su estomago, no se quería ni imaginar lo que sería tenerlo frente a frente «Tal vez y teniendo un poquito suerte me da un paro cardiaco antes de que se me desconecte la lengua del cerebro» Cada que el chico se le acercaba o viceversa comenzaba a decir lo primero que se le venía a la mente, producto del nerviosismo que el muchacho le causaba, ese era el efecto que le provocaba Carter Dawson, quien para rematar era el hermano menor de Alex. «Es que ¡por Dios!, había que estar ciego para no enamorarse de él» se decía la castaña cada vez que lo veía. Para ella –y para cualquiera que tuviera ojos- era un verdadero Dios griego, un metro ochenta nueve, cabello n***o, el cual a veces lucia muy natural y salvaje dejando sus pequeñas ondas ser, y otras veces esta peinado cuidadosamente, ojos azules, con un cuerpo de infarto, pero no exageradamente musculoso, espalda ancha, muy, muy listo –siempre era el primero de su clase, aun sin esforzarse-, y demasiado perfecto para su salud. -Pero si...- la pelirroja se vio interrumpida por una Olivia muy desesperada que le estaba cubriendo la boca con una mano -Ya deja se hablar ¿sí?, que nos va a  escuchar- volvió a susurrar poniendo un dedo de la mano desocupada sobre sus labios indicando silencio, a lo que la otra respondió solo con un encogimiento de hombros La menor daba gracias a Dios que al menos habían apagado las luces de la cochera antes de subir al auto, de esa manera era más difícil que las viera cualquiera desde afuera. Mientras las dos chicas estaban en su pequeña discusión entre susurros y sonrojos Carter ya estaba metiendo su auto a la cochera, en el segundo espacio, entre un Maserati Ghibli color n***o, –el cual, aun recordaba cómo había quedado después de que su hermana y la otra pequeña latosa, lo estrellaran – que era de su padre y la Bentley Bentayga color arena de su madre, al otro lado de esta estaba una Jeep Renegade color n***o, que de vez en  cuando usaban cuando salían todos en familia de paseo por ahí y al final estaba el pequeño Mini Cooper de su hermana. «¡Que lata!» se dijo, y es que se había ido el viernes a pasar un buen rato con sus amigos en la playa, pero al final Harry, su mejor amigo, terminó tan ebrio, que prefirieron llevarlo a su casa antes de que tuviera una congestión alcohólica. Precisamente por él había decidido hacer ese viaje, últimamente se le veía bastante decaído, pero por mas que le preguntaba no decía nada, solo contestaba con un «Ya se me pasara», o un «No es nada, estás loco», aunque de haber sabido que se iba a poner así mejor ni le insistía. Sacudiendo la cabeza ante el recuerdo de todo lo que había acontecido y con las manos aun aferradas al volante dio un profundo y largo suspiro, cerro la cochera con el control automático, y bajo de su auto, sacando la pequeña maleta que llevaba consigo, más que dispuesto a ir a su habitación para tomar un bien merecido baño y dormir hasta el otro día. Cuando iba caminando a la altura de la Jeep, oyó un pequeño sonido, por lo que se detuvo a ver que era, pero como no se escucho de nuevo, siguió su camino hasta cruzar la puerta para ingresar al interior de su casa. Lo que no sabía es que ese pequeño ruido había sido culpa de su hermana y de la que había tachado como "pequeña latosa" La menor le había insistido a la otra que se agacharan para no ser vistas, realmente no estaba preparada para ver a Carter y menos estando así de nerviosa. «¡Carajo, que estas cosas se avisan!» pensaba. Pero la traviesa pelirroja no dio su brazo a torcer y comenzó a luchar por zafarse de la mano que le cubría la boca en un intento por gritar para llamar la atención de su hermano, más esto no resulto, ya que la menor había sido lo suficientemente ágil como para volver a taparle la boca poniendo la otra mano detrás de su nuca y haciéndola agacharse justo en el momento en que Carter iba pasando delante de su auto. -¡Iugh...! ¡Qué asco Alexa!- dijo la castaña entre asqueada y molesta, ya que la mayor le había chupado la mano para que la retirara de su cara -Lo siento...- contestó la otra reventando en una estridente risa, la cual Olivia por supuesto no compartía La pobre ya no sabía si reírse con Alex o enojarse por toda la situación, y es que de verdad que se le habían puesto los pelos de punta ¡Casi la ve Carter!, no es que fuera algo malo, solo de verdad que ya había tenido suficiente de emociones fuertes por un día entre Alexa y sus incansables quejas. De puro milagro la señora Tessa –madre de Alexa- no se encontraba en casa, si no, estaba más que segura de que aparte de todo lo sucedido, también la iban a regañar, por ir con Alex al centro comercial, aún mas sabiendo que estaba castigada. Era capaz hasta de llamar a sus padres y acusarla. No podría culparla, no es que la señora fuera mala o muy estricta, todo lo contrario siempre era atenta y muy dulce, pero siendo muy honesta, a nadie le caería en gracia que su hija le mintiera, solo para ir de compras con su amiga. -Alex... ya basta, en serio...- se veía que estaba a punto de llorar de la frustración Al ver su reacción la pelirroja dejo de reír -o al menos lo intentó-, subió las manos con las palmas extendidas como pidiendo tregua, y es que la mirada de la otra casi le atraviesa la cabeza. -Bueno, bueno... lo siento ¿de acuerdo?, pero es que no entiendo... a caso ¿le tienes miedo a Carter?- y es que de verdad no entendía la actitud de su amiga, es decir la chica llevaba años loca por su hermano, ¿Qué le impedía acercarse tan siquiera un poco a él? -No es eso...- dudó un poco entre si ser sincera o inventarse algo, pero era Alex, no se iba a tragar cualquier excusa- es... es solo que sabes cómo soy cuando lo tengo enfrente- dijo un tanto apenada, estando consciente de que entre comillas era la verdad Alexa sabía muy bien como se transformaba su amiga cada vez que su hermano estaba presente, pero también sabía que eso era algo que a su hermano le parecía muy dulce e incluso divertido «!Es que aun no entiendo como aquel tarado nunca la invito a salir!», gritó en su mente Para ella se notaba a leguas que Carter sentía algo por Olivia, pero siempre se empeñaba en negarlo, siempre decía que estaba loca y que veía cosas que no existían. Era tan obvio que en cuanto le dijo que parecía que tenía un interés "fuera de lo común" en Olivia, él mismo comenzó a actuar con más cautela, como alguien que teme ser atrapado infraganti, o al menos eso quería hacerles creer, porque la misma Alex ya lo había sorprendido innumerables veces viendo a la castaña con una sonrisa bobalicona y ojos brillantes, aunque si lo pensaba con mas detenimiento no los había visto hablar mucho últimamente. «Sospechoso… Definitivamente Carter se va a terminara arrepintiendo», se dijo -Lo sé, lo siento...- estaba al tanto de que la había presionado demasiado- ¿Me perdonas?- le pregunto con un claro arrepentimiento y una mirada culpable -¡Claro que sí tonta!... solo... no lo vuelvas hacer ¿sí?- la pelirroja afirmo con la cabeza efusivamente- ¡ah! por cierto...- había recordado un pequeño detalle de lo que le había dicho su amiga en medio de toda aquella situación- ¡Deja de decirme cuñada!- dijo casi gritado, al mismo tiempo que le propinaba un pequeño pellizco en el brazo -¡Auch!...- se quejo la pelirroja mientras se sobaba, pero no le reclamo, porque sabía que se lo había ganado- solo estaba bromeando...- dijo en voz baja mientras, por fin, ponía en marcha el auto- aparte sigo sin verle nada de malo… -¡¿Nada de malo?!- Olivia se pregunto si su amiga se había golpeado la cabeza con algo- ¡Alexa tú fuiste la que me dijo que Carter ya había comprado el anillo para Serena! Si había algo de lo que la menor estaba segura era de que Carter jamás se iba a fijar en ella, mucho menos ahora que planeaba pedirle matrimonio a su novia para casarse en cuanto se graduaran, según palabras de Alexa. A parte, si alguien más la escuchaba llamándola "cuñada" se iba a meter en muchos problemas, no quería ni imaginarse si sus padres o el mismo Carter la escuchaban. «¡Qué horror!» se escandalizaba de solo imaginarlo Era triste, pero era verdad, ya sabía que Carter quería casarse con Serena Owen, su novia casi desde que habían entrado a la facultad, y no lo culpaba, podrían gustarle los hombres, pero Olivia definitivamente no era ciega. Serena era una chica demasiado bonita, ojos color miel, cara pequeña con una piel perfecta, alta, con curvas delicadas, desprendía elegancia -hasta cuando dormía-, siempre iba bien arreglada, cabello n***o, lacio y largo, nunca ni un pelo fuera de lugar, inclusive tenía un carácter demasiado amable, para ella era imposible odiarla aunque quisiera, era básicamente la mujer perfecta, embonaba como rompecabezas con Carter. En muchos aspectos, era lo contario a Olivia, la cual siempre iba vestida con ropa simple, con uno sesenta de estatura, el cabello -la mayoría de la veces- recogido con mechones sueltos al azahar y algunas puntas llenas de pintura por descuidos al trabajar, incluso las uñas de sus manos eran una vergüenza -según ella-, siempre llenas de pintura y restos de grafito. Pero a pesar de todo eso, amaba su propio aspecto, tenía su propio encanto Principalmente porque la razón de que luciera así era porque estudiaba Bellas Ates, pintar era algo que necesitaba tanto como el aire. Por todo estaba segura de que si Carter tuviera que escoger entre Serena y ella, la que iba a salir perdiendo era ella. En fin ya había desistido con la idea de Carter, no había más que pudiera hacer, algún día iba a encontrar a alguien que la quisiera tal cual era, al menos eso quería creer. -Bueno eso tampoco lo sabes... la vida da muchas vueltas- contesto la mayor con una pequeña sonrisa en su rostro, mientras comenzaba a manejar camino a la casa de la otra- quien quita y al final tu...- la señalo con un dedo mientras tenía las manos al volate- terminas siendo la próxima señora Dawson- «Tal vez es hora de llamar al manicomio, porque esta cada día está más loca» pensó Olivia- no me lo tomes a mal, pero... no veo el futuro de mi hermano al lado de Serena... me cae bien y todo, pero no siento que sean el uno para el otro- dijo mientras frenaba en un semáforo Eso de tener un "crush" con su hermano era un "secreto" que solo Alexa conocía, porque Olivia no había tenido el valor de decírselo a nadie más -ni siquiera al propio Carter, claro está-, aparte Alexa era la única amiga, al menos la única que confiaba plenamente, Y a pesar de que esta última siempre apoyó la idea  de que su hermano y Olivia salieran, él solo la veía como su hermana menor, aunque últimamente ya no estaba muy segura de que siquiera siguieran siendo amigos. Carter a veces la confundía, su relación antes incluso se podía considerar como excelente, pero en los últimos meses esta distaba por mucho de serlo. Cuando no se sentía bien o algo no estaba en orden en su vida solía tenderle una mano, e inclusive la consolaba, pero últimamente si se acercaba a él con intenciones de entablar una conversación o simplemente para pasar el rato, el mismo Carter hacía que parecieran completos extraños, se comportaba un tanto cortante y carente de emociones. «¿Desde cuándo cambiamos tanto?» se preguntaba Antes podían hablar de lo que fuera, aunque Olivia no dijera cosas tan coherentes, pero Carter le seguía la corriente y se terminaban divirtiendo, seguía sin entender que era lo que había hecho para que eso cambiara, y siendo muy sincera consigo misma, muy en el fondo sabia que esa era la principal razón por la que no quería verlo cara a cara, no quería que su presencia lo incomodara como últimamente sucedía. -Alex yo creo que algo de lo que comiste te hizo mal...-dijo con un poco de incredulidad en la voz, eso era una completa locura, pero no pudo decir más porque en seguida volvió a hablar la pelirroja - Ya sé que no me crees, pero...- parecía estar buscando las palabras para expresarse de una mejor manera- ...pero por la forma en que Carter actúa últimamente no estoy segura de que casarse sea lo correcto para esos dos- volvió a poner en marcha el auto «¿Carter actuando raro? ¿De qué me perdí? ¿Que no se casaran? Dios por favor, que Alex no esté planeando algo» Olivia comenzaba a inquietarse -¡¿De qué hablas?!- Preguntó intentando fingir desinterés, pero fallando estrepitosamente -Pensé que ya no te importaba- se burló Alex alzando una ceja perfectamente depilada -No es que me importe- se apresuro a contestar, pero eso ni ella se lo creía– o... bueno sí, pero no por lo que crees- y eso era cierto, sinceramente se preocupaba tanto por Carter como por Alex, a pesar de todo, seguía siendo el hermano de su mejor amiga- ...sabes a lo que me refiero -Bien, bien... te creo- dijo con un pequeño tinte de sarcasmo- lo que pasa es que Carter ha estado llegando a casa, habla sólo un poco de cómo le fue en el día y se va a dormir «¡¿Qué?! ¿Solo por eso ya no se iba a casar según ella?» Creía que le estaban tomando el pelo. -¡¿Y luego?!- preguntó, esperando que hubiera algo mas, pero al parecer estaba muy equivocada porque ninguna palabra más abandono sus labios- Alex no creo que no se vayan a casar solo por eso- dijo con algo de obviedad, y el ceño fruncido -Escucha lo que te digo- pidió con algo de desespero, porque Olivia no la estaba entendiendo- ¡solamente! llega, cena, habla un poco de su día y se va a dormir- repitió todo palabra por palabra para asegurarse de que la menor entendiera su punto, mientras volvía a parar en otro semáforo Mas lo único que vio en cuanto le hecho un pequeño vistazo fue su cara llena de una muy grande confusión, como diciéndole «sí, ¿y luego?» -¿No lo ves? -No, de verdad no lo veo, ilumíname por favor- negaba sacudiendo la cabeza de lado a lado, cosa que a Alexa le pareció adorable, solo de vez en cuando tenía la oportunidad de ver esa faceta de su amiga -Me refiero a que habla de todo y sigue con su vida diaria, pero a la única que ya no menciona últimamente es de Serena- soltó como si fuese lo más obvio del mundo «Ha... hubiéramos empezado por ahí», -Antes cuando llegaba a casa hablaba primero de lo que había hecho con ella, o si se habían mandado mensajes y ridiculeces como esas- volvió a poner el vehículo en marcha. «Sí... creo que no se ha visto como es ella cuando hablaba de Travis ¿verdad?» -Basta, deja de inventarte historia ¿quieres?- dijo con un tono cansado - no creo que sea nada de eso, en todo caso creo que es por los exámenes, están tan ocupados que apenas y les da tiempo de respirar Olivia creía que alguien algún día iba a golpear a su amiga por andar diciendo tonterías y no se iba a meter..., bueno no, ¿A quién engañaba?, así dijera la tontería más grande del mundo iba a defender a capa y espada a la pelirroja. -¿Y tú cómo estas tan segura?- por un segundo desprendió sus ojos del camino, ahora ella era la que parecía ansiosa por saber -No lo sé, un pajarito me lo dijo- le contestó Olivia encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto -¡Ya dime!- exigió saber la pelirroja ante el silencio de la otra -Bien, bien- contestó con una pequeña sonrisa debido a la actitud curiosa que la pelirroja estaba teniendo- me...- era el momento de sacar el tema que tanta intriga le había causado por varios días, pero eso no quitaba el hecho de que tuviera que tener un poco de tacto- me... me lo dijo Harry- respondió un tanto cohibida temiendo por la reacción que la otra pudiera tener Cualquier tipo de emoción se desvaneció del rostro de la mayor al escucharla. Olivia sabía que se estaba arriesgando al sacar a colación de esa manera a Harry, aun mas porque ese era un tema que su amiga estaba bastante reticente a tocar Hubo un silencio de al menos cinco minutos, hasta que la castaña se atrevió a hablar de nuevo -Escucha sé que no te gusta hablar de él últimamente, pero me lo encontré en la universidad hace un par de días y me platicó que casi no había visto a Carter porque estaba demasiado atareado con exámenes y tareas- se apresuro a decir- eso fue todo, luego de eso no lo he vuelto a ver Pudo ver que lo que había dicho le provocó un poco de curiosidad, la cual se veía reflejada en el rostro de la pelirroja como intentando preguntar más acerca del tema. -Pero si has vuelto a hablar con él ¿no?- su tono era neutro, sin ningún rastro de emoción Ante la pregunta de la mayor se quedo callada de nuevo, sin saber muy bien que decir, ni por dónde empezar, si bien, ella había querido sacar el tema a colación, ahora que ya estaban en eso, no sabía qué rumbo tomar con la conversación. La pregunta ahora era ¿cómo le explicaba a su mejor amiga que el hecho de que ella y Harry no se hablaran, por Dios sabrá qué cosa –ninguno de los dos le habían querido decir que era lo que pasaba-, no tenía nada que ver con la amistad entre Harry y ella? A los dos los conocía desde siempre, básicamente habían crecido juntos, por lo que le guardaba un enorme cariño al chico, pero eso no quería decir que quisiera menos a su amiga, y era por ese enorme cariño que les tenia, esperaba ambos solucionaran su problema rápidamente, no quería terminar en medio. El ambiente en el auto se había puesto algo tenso. -Alex, sabes muy bien que te apoyo sea lo que sea que pase ¿no?- comenzaba a ponerse nerviosa, lo último que deseaba era que la mayor se alterara y terminaran peleando- pero a él también lo conozco desde hace años, y es mi amigo, así que no puedo simplemente dejarle de hablar así porque si y menos por algo que tampoco conozco -Lo sé- se apresuró a decir la otra con un tono calmado y suave, esa fue su señal para saber que no se había enojado, pero estaba segura de que había algo más. No la iba a presionar, si le quería contar lo iba a hacer, ella sabía muy bien que a pesar de todo Olivia iba a estar siempre ahí- es solo que aun no tengo el valor de hablar con él, menos después de cómo lo traté la última vez que nos vimos…- una pequeña y triste sonrisa se asomo por su cara -No yo…yo lo siento, no debí haber sacado el tema- realmente se arrepentía de haber arruinado su buen humor, pero sabía que era algo que debían hablar. -Claro que no, al final hay algo en lo que tienes razón, es nuestro amigo y la única que no se ha estado comportando de la mejor manera he sido yo, pero es que…- era como si las palabra estuvieran en su garganta pero no quisieran salir- ni yo sé lo que me pasa con él. Después del incomodo momento que habían pasado hacia un tiempo, cuando Harry se le había declarado, ella lo había rechazado y habían peleado, no estaba lista para verlo. Eso no fue lo peor, aparte, le había dicho palabras muy crueles e hirientes, que por más enojada que estuviera, nunca debieron salir de su boca, y menos con él, que era su amigo y claramente no se lo merecía. «Si yo fuera él jamás me volvería a hablar» pensaba Pero en fin en algún momento tendría el valor para disculparse apropiadamente. Frenó el auto frente a las rejas negras de la casa de Olivia, acababan de llegar, solo esperaban que les abrieran para poder pasar hacia la entrada principal. -Lo sé, pero sabes que si necesitas hablar de algo aquí estoy ¿verdad?- le ofreció la castaña con una sonrisa sincera- aparte no eres la única que esta de esa forma- le recordó, mientras entraban al pequeño patio frente a la entrada de la casa- él tampoco la está pasando muy bien que digamos- estaba diciendo la verdad, el pobre de Harry tampoco se había acercado mucho a ellas por lo mismo. Cada que se las cruzaba en los pasillos, en la cafetería o donde fuera las evitaba por completo como si fueran una peste, y aunque creía que lo mejor era darles su espacio y mantenerse al margen, una llamada muy extraña, por parte de un Harry ebrio la noche anterior, le decía que era hora de intervenir, aunque sea para intentar que hicieran las paces, ya no quería verlos de esa manera. -Créeme que cuando este lista y aclare mejor mis ideas voy a verlo- aseguro la pelirroja con mucha confianza, característica de cuando estaba más que determinada a hacer algo- lo prometo. Ha… y también te contare que paso, lo juro- le dijo poniendo su mano derecha sobre su corazón -Bien, no te preocupes- dijo la menor con una sonrisa mientras desabrochaba su cinturón de seguridad. Ya toda la tensión que había minutos atrás se había disipado, dando paso a un ambiente mucho más tranquilo y relajado- ahora creo que sí es hora de que me vaya- hizo un gesto de despedida con la mano hacia su amiga.  Pero mientras abría la puerta del auto, justo antes de que pudiera salir por completo una mano la detuvo. -Olive…- la llamo cariñosamente por su apodo-…te quiero…- casi que por impulso le dijo Alexa con una enorme y radiante sonrisa, acompañada de un gesto abriendo los brazos de par en par, para dar a entender que quería un abrazo. Olivia quien soltó una pequeña risita al escucharla no tardo en corresponder el gesto y también extendió los brazos para recibir ese abrazo lleno de calidez y amor, un amor tan incondicional, que quien quiera que las viera en ese momento hubiera jurado que eran verdaderas hermanas.  -Yo también te quiero tonta- le respondió la menor con una enorme sonrisa y toda la sinceridad que puedo encontrar dentro de sí. Por fin Olivia bajó del vehículo, pero no entro en seguida a su casa, esperó en la escalinata hasta que vio como el vehículo de Alexa desaparecía por las mismas rejas que habían entrado. Siempre era así, esperaban a que la otra se marchara al despedirse. En un segundo todo el trabajo pendiente había vuelto a la cabeza de Olivia por lo que no perdió más tiempo, se apresuró a entrar por la enorme puerta blanca a sus espaldas y subió corriendo las escaleras rumbo a su estudio, tenía que aprovechar lo que quedaba de la tarde y la noche, sabía que no iba a dormir mucho, pero al menos iba acabar a tiempo -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ya era domingo pasadas las diez de la mañana y una muy animada Alex estaba desayunando en la cocina, sentada en una pequeña mesa ahí mismo. Casi nunca usaban el comedor, ya que era un desperdicio si solo uno o dos integrantes de la familia se sentaban a comer, así que se les hizo más fácil colocar una mesa pequeña en la cocina, incluso para Alex se le hacía más acogedor, la hacía sentir más como en su hogar, a pesar de que el espacio era enorme. Tenía una estufa industrial, un refrigerador gigantesco con doble puerta, una alacena bastante grande y surtida, había unos hornos especiales, y empotradas a la pared había alacenas llenas de bajillas caras, que sus padres habían juntado con los años. Todo estaba cubierto por madera pintada de blanco y acabados finos, toda la cocina era un espectáculo para la vista con las paredes marmoleadas de un color gris demasiado claro como para notarlo, pero que contrastaba perfectamente bien con los muebles y el piso que seguía un patrón simulando ser madera, pero con diferentes tonos de gris obscuro. Sonará absurdo, pero a veces la pelirroja se sentía un poco triste en un lugar tan grande como lo era el comedor o la casa en sí, a pesar de que la servidumbre estaba por todos lados veinticuatro siete, pero eran tan discretos que apenas y los notaba, por lo que prefería desayunar en la cocina, y pasar el rato allí. Ahí todos iban y venían, nunca paraban, esta estaba frente a un enorme ventanal que a la vez servía como entrada tanto del personal, como salida al enorme y hermoso jardín que rodeaba la casa y para ella eso le daba cierto aire de hogar. -Buenos días cariño- dijo su madre mientras entraba a la cocina. La madre de Alexa y ella eran como dos gotas de agua, compartían los mismo rasgos delicados, la única diferencia era el color de sus ojos, los de su mamá eran de color verde y los de Alexa azules. La señora Dawson era más pequeña, media alrededor de uno sesenta y cinco, y siempre iba vestida de una manera muy elegante. -Güe…n…s …í…as- contestó con una pequeña sonrisa y la boca llena de yogurt con cereal que estaba desayunando A pesar de que el día anterior su madre la había regañado, por su mentira, la sonrisa que le regalo al entrar a la cocina esa mañana demostraba que ya no estaba molesta, pero Alex, sí que seguía castigada. -¿Y tu hermano?- le pregunto un tanto extrañada, ya que el joven acostumbraba desayunar desde temprano, pero esta vez no lo había visto en toda la mañana - Debe seguir durmiendo- ayer había llegado tan cansado que ni siquiera había cenado -Ah…ve a despertarlo ¿sí?- le pidió dulcemente- necesita comer aunque sea algo- dijo algo inquieta -Bien…- respondió Alex alargando la última letra, poniéndose de pie para ir directo a la habitación de Carter Mientras la pelirroja se dirigía donde su hermano, iba pensando en todo lo que había platicado el día anterior con Olivia, sintiendo su corazón mucho más ligero.   
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD