Capítulo 3. Ella

1926 Words
Capítulo 3  Ella   Narra Lucas  Caemos al suelo y escucho un crack en mi pierna, estamos en el piso y  lo único que puedo sentir es ese dolor intenso de los huesos quebrarse, me encojo intentando apaciguar el dolor pero no puedo ni siquiera mover  la pierna, la veo a ella y sus ojos están cerrados, intenté protegerla lo más que pude con mi propio cuerpo, para evitar que sufriera severos golpes en la caída, pero aún así ella se encuentra inconsciente.  Comienzo a arrastrarme hacia ella y  con cada movimiento qué hago, el dolor es mucho más intenso en mi pierna. «¡Diablos! Esto duele demasiado» pienso para mis adentros.  Solo quiero llegar hasta ella, la preocupación me carcome por dentro, necesito saber si está bien o no, porque hice lo posible y lo imposible para que ella estuviese bien y ahora la veo con los ojos cerrados y solo quiero saber que no cometí algún estúpido error  y que ella aún sigue viva. Reúno todas las fuerzas que tengo y me arrastró sin importar el dolor, sin importar que siento que cada fibra y que cada tendón de mi pierna es desgarrado con cada movimiento qué hago, llego hasta ella, la toco y está fría, pero aún está respirando, aunque su respiración es un poco pesada, imagino que es por la cantidad de humo que inhaló,puedo decir que ha sufrido un desmayo a causa de la impresión o el miedo, pero me siento más tranquilo sabiendo qué está sana y salva solo tiene algunos raspones al menos lo que yo puedo ver.  Desde acá veo el edificio y se escuchan otras explosiones, me lanzo sobre ella y la cubro con mi cuerpo para evitar que los escombros que vuelan la lastimen mientras yo cubro mi cabeza con mis brazos. Las explosiones se detienen y yo observó el edificio, es una suerte que aún no se haya derrumbado todavía, comienzo a gritar como loco para que mi escuadrón me escuche y pueda venir en nuestra ayuda. —¡Chicos! ¡HEY! ¡Estoy aquí carajo!— siento que un  ardor indescriptible me quema la garganta cada vez que grito, pero necesito que nos encuentren y nos saquen de aquí. Recuerdo que tengo un silbato no me cinturón y lo sacó inmediatamente, Esto es lo que usamos en caso de algún derrumbe y que alguno de nosotros quede tapiado dentro de escombros, puede servirme, porque se que ellos identificarán el llamado de emergencia. Reúno todo el aire que en mis pulmones, aunque Gracias a todo el humo que inhale, cada bocanada de aire es una tortura para mis pulmones en este momento, soplo y soplo y comienza a sonar el silbato.  Observó el lugar donde caímos y es un callejón sin salida ubicado en la parte de atrás del edificio, la única forma de que nos consiga es  Que escuchen el silbato y que rodeen por completo el edificio, sigo soplando con todas mis fuerzas hasta que lo veo, a él, mi mejor amigo, mi segundo al mando y la persona que siempre me acompaña en todo momento mi hermano de otra madre, Dennis, corre hacia mí desesperado y me dice  —hermano, estás aquí. ¡maldición Lucas! no vuelvas a hacer eso nunca más, estoy cansado de tus ínfulas De héroe, ya basta de poner tu vida en riesgo, ¿Cómo carajos saliste?— me reclama y la verdad no estoy para eso,  así qué me mientras el continúa regañandome, lo ignoro  y arrancó la radio de su uniforme y llamo a las paramédicos del equipo para que vengan atenderla. —ambulancia 86, habla el teniente Monroe, necesito ayuda para una víctima que acabo de sacar del fuego está inconsciente y caemos más de 10 metros en picada, necesito que revisen sus signos vitales Y si creen, que tiene algún tipo de fractura, Pero rápido que no entiendo el motivo por el cual está inconsciente cuando no debería estarlo— Dennis me mira a la cara mientras frunce el ceño, se acerca a ella mientras yo la tengo tomada de la mano porque no pretendo alejarme ni un segundo de ella, necesito que despierte, necesito saber que está bien Y al menos saber su nombre. Las chicas llegan con una camilla y pasan justo enfrente de mí para tenderla ella, reúno mis fuerzas y me siento porque necesito ver lo que le hacen, y Gómez al ver mi cara de preocupación me dice —tranquilo teniente, va a estar bien—su vista se desvía a mi pierna y se acerca a mí diciendo— usted también necesita atención médica déjeme revisar. Veo que el resto del equipo se reúne en el callejón dónde estamos y una mujer llega desesperada corriendo diciendo —¡Lucy, Lucy!— uno de los chicos la detiene para que no venga a entorpecer el trabajo de los paramédicos— déjenme pasar ella es mi amiga necesito saber si está bien—grita como loca y la entiendo una mis hijos la tranquiliza un poco mientras a ella la suben una amiga para llevarla al hospital, le hago señas a Dennis para que me ayude levantarme y Gómez insiste una vez más —teniente usted necesita ser trasladado al hospital espere que lo traigamos una camilla—resoplo y niego ante lo que dice porque parece que no me conocieran —no necesito una ambulancia así que ayúdenme  a levantarme porque yo me voy con ella, no pienso dejarla ni un segundo sola— la paramédico y mi  mejor amigo cruzan  miradas pero yo vuelvo a insistir —Les pido que me ayuden a levantarme, vamos una orden de su superior—no me gusta usar el cargo a  mi favor,  pero sé que pueden ser lo suficientemente tercos como para hacerme esperar una camilla y llevarme en una ambulancia diferente e incluso hasta llevarme a un hospital diferente y lo que menos quiero alejarme de ella, si, pueden llamarme loco, pero no me importa, esta chica es especial, sin siquiera saber su nombre ha logrado despertar cosas de mí que nunca nadie había hecho. Voy con ayuda mi mejor amigo hacia la ambulancia dónde la llevaron y me ayudan a saltar los escalones para subir a su lado, Reece, otra de las paramédicos, me mira extraño cuando yo tomo su mano durante el camino hacia el hospital, afortunadamente estamos cerca y llegamos en un santiamén y apenas se abren las puertas de la ambulancia ya se encuentra todo un equipo esperándola . La bajan a ella primero y yo trato de apresurarme, con todas mis fuerzas me pongo de pie y camino arrastrando mi pierna, solo para seguirla, para saber a dónde la llevan, la pierna me duele como un demonio, pero no importa, no quiero despegarme de ella, quiero ser la primera persona que vea cuando despierte, quiero que sepa que nunca me rendí y que a pesar de su terquedad ninguno de los dos están muerto.  Un médico me detiene al darse cuenta de mi cojera y no me deja avanzar más, manda a buscar una silla de ruedas y me siento a regañadientes, me lleva a una sala distinta para hacerme una radiografía, y con ella confirman que si tengo el fémur fracturado «¡MALDICIÓN! Esto no puede pasarme a mí» necesito estar activo para volver al trabajo y está lesión lo impedirá. me notifican que deben inmovilizar la pierna y me llevan a otra sala para hacer ese procedimiento y por más que quiero, yo no puedo sacarla de mi cabeza, no puedo dejar de pensar en ella, es algo nuevo y  asombroso para mí, nunca jamás me había sentido así por una persona. Después de más de 2 horas pidiéndole al cielo qué está tortura terminara rápido, para ir en busca de ella, ya todo está listo, me entregan unas muletas y recorro todo el hospital en busca de ella, una de las enfermeras de turno me reconoce, ella es una vieja amiga y aprovecho para preguntarle  —Megan, ¿Dónde llevaron a la chica que llegó conmigo en la ambulancia después del rescate?—ella me mira confundida por el acelerado que estoy Y luego mira mi pierna —No me digas que quisiste hacerte El heróico una vez más Lucas, un día de esto te vas a morir, entiéndelo.— me regaña y yo le decido ignorarla por completo, «¿Acaso tengo un cartel en la frente que dice "todos quéjense de cómo hago mi trabajo"?, soy una persona que normalmente es precavida, pero en este caso no podía dejar a nadie atrás. Me indican dónde se encuentra y camino a paso decidido hacia la sala de urgencias, dónde está internada, entro a su cubículo y aún está dormida, el médico de cabecera hace su aparición y me pregunta —¿La conoces?— yo niego con la cabeza con la cabeza y le respondo —solo no quiero dejarla sola doc, permítame estar aquí, hasta que algún familiar aparezca— el asiente diciéndome que esté tranquilo que estará bien, que solo está un poco sedada, por algún procedimiento de rutina, que todos los resultados salieron negativos y que quizá fue un simple desmayo por toda la situación de estrés vivida en el momento.  Diciéndome esto estoy mucho más tranquilo, ya que se que a pesar de todo lo sucedido, ella se encuentra bien. Se marcha dejándonos solos y yo tomo una silla que está a su lado y me siento, Me detengo mirar detalladamente su rostro y es excepcionalmente hermosa, su cabello, castaño oscuro le queda los lados enmarcando su cara y estando así dormida transmite una paz que nunca nadie me había transmitido, pero solo dormida porque los minutos que estuvo con ella me demostró qué es la mujer más terca de todo el mundo, pero no importa así de terca quiero conocerla más. «Lucy» así la llamó la chica  El día pasa y ella aún nada que despierta, es una situación preocupante para mí, aunque los médicos digan que todo está bien, Yo solo puedo verla, deseando que despierte pronto para poder escuchar su hermosa voz, siento que la puerta de la habitación se abre, imagino que es alguna enfermera qué viene a revisar sus signos vitales, Como lo han hecho cada hora, escucho alguien aclarar su garganta y volteo, de pie, en el umbral de la puerta, se encuentra un  hombre de traje oscuro y me mira frunciendo el ceño.  —¿Disculpe usted es...?— me pregunta viendo cómo tengo la mano de esta mujer entre las mías, la suelto y tomo las muletas para ponerme de pie  —Lucas Monroe — extiendo mi mano hacia él— teniente del escuadrón 51 del departamento de bomberos, fue el hombre que estuvo junto a la señorita en el momento del rescate, ¿Usted es?— le pregunto  —Louis Bennett, soy su prometido— «¿Su que? ¡Mierda! Esto no me puede estar pasando a mí, nunca me había importado ninguna mujer, siempre me enfoqué en crecer en mi vida laboral, pero justo cuando al fin creo encontrarla, resulta que está a punto de casarse, ¡Maldita sea mi mala suerte!» ____&&&&_____&&&____ ¡Hola Chicas!  Iniciamos las actualizaciones diarias de esta increíble historia, como ya les había dicho, tengo los nervios a flor de piel, mil gracias siempre por su apoyo.  Espero leer sus comentarios, ¿Alguna desea tener la suerte de Lucas? Porque yo no.  Nos leemos mañana, besos y abrazos Ava   
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