Patrick: —Señor, su café y aquí tiene un analgésico. —Asentí aún con los ojos cerrados y continué masajeando mi sien. Ese barman tenía razón, no debí beber como si fuera una estúpid** competencia mundial de licores. Suspiré frustrado, cometí muchos errores, anoche. Más que eso, llegue y le dije cosas a Sophie de las cuales me arrepiento totalmente. ¿Pero a quién culpaba? Estaba enojado y celoso, y fuera de eso ella me dio una cachetada y me provocó. ¿Qué se acostaría con otros? Ni hablar, no la dejaría. En ese momento, escuché la risa de Grace. Abrí mis ojos y ella se acercaba vestida con su ropa deportiva y me observaba con una sonrisa burlona. —¿El viejito, ya no aguanta el alcohol? —dijo sentándose a mi lado en la mesa. Le di una mirada oscura. —Vete a molestar a otro lado. Gra

