Sophie:
—¿Entonces qué esperamos? —Dice Patrick perversamente.
Toma mis caderas y me alza para que las entrelace alrededor de él. No deje de mirarlo a los ojos y él tampoco aparta su atención de mí.
—Te va a encantar, mocos**. —Prometió con una sonrisa ladeada.
Mi pulso comenzó a latir demasiado deprisa. La verdad me daba mucha curiosidad y a la vez también ansiedad, porque él me llevara al límite y no pudiera seguirle el juego.
Pero quería intentarlo y experimentar esto con él, pero no era la única razón. Estaba celosa porque admitió que había traído a mujeres a la mansión.
Así que lo haría, yo quería que me tuviera solo a mí.
Patrick me pone sobre la cama, que hay en este cuarto de juegos, y luego se aleja buscando algo entre la variedad de juguetes que tiene.
Muerdo mis labios c
