—Anthony, ¿usted cree que esa dama tenga que ver con el dueño? No sé tal vez es su esposa.
Por primera vez Anthony pensó en Dios. “¡Qué Dios me libre!!” Deliberó.
—No, para nada. Es una de las personas más frívolas y absurdas. No le ponga mucha mente, ignórela eso hacemos todos, es lo más sensato.
Dani se quedó pensativa un momento. Anthony se percató de inmediato.
—¡Es una mujer impresionantemente bella!
Anthony rió.
—Hay personas que viven de superficialidad usted está por encima de mucho, créame. Si la conociera sabría que nada es como parece.
Dani abrió los ojos a más no poder al oírlo.
—¿Bromea verdad?
—No, jamás bromeo con la verdad. Bien, corazón, ¿nos vamos?
Se sonrojó y le asintió con la cabeza. Ambos iban uno al lado del otro. Anthony quería tomarla de la mano, pero tem
