Anthony dejó la sala de convenciones, iba caminando meditando aún aquel beso, se tocaba los labios sin creer que se hubieran besado. Los aterciopelados labios de Dani lo habían dejado presente en un recuerdo viviente, aún los sentía apoyados en los suyos. Mayor a sí mismo y su propio raciocinio, con sus dedos aún tocaba sus labios recordando aquella sensación. Al asomarse a la recepción de Administración, se hizo el desentendido. —Any, ¿el señor Cooper aún está conversando con Antoine? —No, Señor Luksic. De hecho, hace un instante que bajaron por el ascensor él y la señora Cooper. —Entonces… ¿Antoine está solo? Ella le asintió con una sonrisa. Él se la devolvió yendo hacia la oficina de su representante. Al ingresar lo encontró conversando por teléfono una vez más, estaban tan entreten

