—Creen que se porta bien, ¿verdad? Braden hojeó los papeles que tenía en la mano y dijo con una leve sonrisa —Parece que la has juzgado mal. Liam tragó saliva y se recompuso para responder —No creo que haya ningún malentendido. —La Señora Stewart ha sido, en efecto, obediente todos estos años. Señor Stewart, ella le quería de todo corazón. Era sensible y cuidaba bien de usted. Además, se comportaba bien como su esposa cuando socializaba con otros. Mucha gente le envidiaba por tenerla a su lado. Es extraño que de repente su personalidad cambiara drásticamente, pero creo que... la culpa principal es tuya. El atractivo rostro de Braden se volvió sombrío. —¿Qué has dicho? —Señor Stewart, es culpa suya. Liam se arriesgó a ser despedido para defender a Shirley. Dijo —Señor Stewart, uste

