Braden era alto y recto, y aún no había expresión en su rostro. Parecía no haber visto a Shirley y estaba a punto de entrar en el ascensor. Shirley levantó la barbilla y también estaba a punto de ignorarle. Sin embargo, la escena de Braden borracho aullando en el KTV con un grupo de chicos gu' y tirando descaradamente de ella apareció de repente en la mente de Shirley. Se echó a reír. Braden se detuvo. Emitió un escalofrío como un témpano. —¿De qué te ríes? —Le preguntó a Shirley. Shirley se esforzó por cambiar de expresión. —¡Soy feliz! —contestó fríamente. Braden mostró una expresión desdeñosa. —¿Y qué puede hacerte feliz? Eres bastante optimista. —Nos hemos divorciado y he escapado del pozo de fuego. Claro que soy feliz. Shirley levantó su bello y hermoso rostro y bromeó con

