Braden esperaba que, cuando la película se hiciera famosa, Shirley hiciera algo. Pero no esperaba que actuara con tanta rapidez. Esta película tenía un estreno en privado, y no se había estrenado. Shirley estaba muy impaciente por descubrirlo. Parecía que no había dejado atrás el pasado. Al mismo tiempo, Keith se presentó en el despacho del presidente del Grupo Stewart y, misteriosamente, metió una nota en la mano de Braden. —Braden, agárrala. Te he ayudado en todo. Si sigues sin poder agarrarla, nos decepcionarás. No me culpes por no haberte ayudado. Braden estaba concentrado en su trabajo. Frunció el ceño y miró la nota que tenía en la mano. —¿Qué es esto? —¡Las coordenadas de tu mujer! Keith estaba muy emocionado. —¿No te acabo de decir que una persona misteriosa invadió nuestro

