Le pone la mano en la espalda para guiarla hacia dentro del casino, ella camina algo dudosa, se empieza a arrepentir, pero al mal paso darle prisa suspira y camina con seguridad, como si no fuera la primera vez que está en ese sitio. Con disimulo mira a su alrededor, el casino está lleno, no logra verlo por ningún lado.
—¿Qué juegos quieres jugar?
—Hagamos algo, tú juegas, soy tu musa y si ganas nos vamos mita y mita.
—Perfecto. Elijo la mesa de carta.
—Suerte entonces.
Él se sienta para participar, compra unas fichas y ella se para junto a él a observar, el juego comienza, está nerviosa y quiere que Martín gane, admirablemente él ha ganado la primera ronda. Se ha concentrado en el juego que se olvidó de su objetivo.
—Vas bien Martín, concéntrese, tienes que ganar más.
—Deséame má
