Nina y Emir no pudieron contener la risa ante la situación, sus hombros sacudiéndose con diversión genuina. La risa de Nina, musical y libre de la tensión que normalmente la acompañaba, creó un momento de conexión inesperado. Era la primera vez que Salomón la veía reír así, despreocupada y sin reservas. ―Jajajaja. Hassan negó con la cabeza, disfrutando perversamente cada segundo de ver a su poderoso amigo navegando aguas completamente desconocidas. Sus ojos brillaban con diversión apenas contenida detrás de sus gafas postizas mientras observaba cómo el gran Salomón Al-Sharif experimentaba quizás por primera vez lo que significaba no tener acceso a los lujos que daba por sentados. “¿Tu en un bar deportivo de turistas? comportate tonto”―era el mensaje que transmitía Hassan con su mirada.

