―Claro que sí, les informaré. Y ya llevé a Fátima para el colegio, guárdame desayuno.
―Está bien ―concluyó Salomón, y después de una breve pausa, añadió―: Ma'a as-salama, akhi. (Ve con paz, hermano mío).
―Allahu ma'ak, ustadh ―respondió Hassan, utilizando el término respetuoso que significaba "Que Dios esté contigo", una muestra del respeto profundo que sentía por Salomón, más allá de su amistad.
Después de colgar la llamada con Salomón, Hassan guardó su teléfono en el bolsillo. Permaneció un momento dentro de su Mercedes negr0, observando un local. Miró su reloj y vio que ya era la hora.
La pequeña floristería, "Flores del Oasis", ya había abierto sus puertas y él se bajó de su auto. El dueño, un hombre libanés de mediana edad llamado Fadi, estaba colocando cubos de flores frescas en
