—Por las pequeñas victorias contra ese grandote —declaró con teatralidad que hizo que Soraya soltara una carcajada genuina. —¡Por las pequeñas victorias! —respondió ella, haciendo tintinear su copa contra la de él con satisfacción genuina. Ambos bebieron con la satisfacción de conspiradores que habían encontrado momentos de triunfo en medio de sus frustraciones más profundas, sin darse cuenta de que sus pequeñas victorias eran insignificantes comparadas con la felicidad radiante que Salomón estaba experimentando en ese mismo momento con la mujer que había conquistado su corazón completamente. Horas más tarde, 6:00 pm… Las horas posteriores a la compra de la exclusiva cartera Birkin se transformaron en una experiencia surrealista de consumo de lujo para Nina. Salomón la condujo por las

