El término "concubina", en cambio, aunque arcaico, tenía raíces históricas en la cultura islámica que lo hacían, si no completamente aceptable, al menos comprensible dentro de un marco cultural compartido. Era un estatus reconocido, con derechos y posición definida, a diferencia del término más occidental de "amante", que implicaba una relación clandestina sin reconocimiento social. Al elegir esta palabra, Salomón estaba indicando que Nina no sería tratada como un secreto vergonzoso, sino como alguien con una posición reconocida dentro de la jerarquía doméstica, alguien a quien el personal debía mostrar respeto. —Ella me atenderá y dormirá en mi habitación —continuó, con su voz adquiriendo un tono más profundo que delataba la anticipación que sentía—. El muchacho es su hermano. La declar

