—Pues sí —concedió Nina, reconociendo que la teoría de su hermano no era completamente descabellada—. Pero aún no lo sabemos, y si nos llegamos a enterar nos quedamos con el secreto. —Obvio, porque si no el "Yakuza" nos corta la garganta —respondió Emir con la dramática certeza de quien ha visto demasiadas películas de mafiosos—. A esos no les importa matar ni a su familia con tal de que no les quiten el negocio. Nina no pudo contener una sonrisa burlona ante el entusiasmo de su hermano por su teoría conspirativa. —¿Ahora así nombras a Salomón? ¿Yakuza? —preguntó con una risa genuina, la primera desde que habían llegado a la mansión—. Antes era la rata gigante. —El Capo León puede ser —sugirió Emir, contagiado por la risa de su hermana—. ¿Le viste la foto que tiene abajo? ¡Jajaja! —Sí

