Mientras las hermanas discutían, Corantin observaba un muro en las profundidades del sótano de la mansión. En él se alzaba un círculo mágico que había frustrado a su familia durante generaciones. La leyenda contaba que la mansión se había construido sobre ruinas antiguas y que este círculo mágico las sellaba. Su familia, incluso antes de la fundación de Viclardie, había intentado romper el sello y explorar lo que protegía, sin éxito. Como muchos antes que él, analizaba las diversas líneas entrelazadas, con la esperanza de encontrar el detalle que había escapado al escrutinio de sus antepasados. Se apartó del sello y examinó los numerosos documentos creados a lo largo de los años buscando diferencias que pudieran abrir nuevas posibilidades. Sus antepasados habían determinado hacía tiempo

