ERIK
No.
No.
No.
De todas las personas que pudieron estar detrás de mi puerta, el peor sin duda alguna era Mauricio Bonet. Era como mi hermano del alma, crecimos juntos con su hermana Alana, y ahora. . . No iba a dejar de jo**derme la vida por este malentendido. Y lo peor de todo es que no fui lo demasiado rápido en soltar de la mano a Nika.
Yo la veía como a una mujer porque sabía que lo era, pero en el caso de Mauricio. . . Mierda. Fue Nika la que se soltó de mi mano y saludó con amabilidad.
— Buenos días —. Imitó la voz de un hombre y entonces entendí la gravedad de la situación.
Mauricio me vio tomado de la mano con un hombre. Genial.
— Buenos. . . Días —. Mi hermano se quedó mirando al intruso con cierta curiosidad.
— Eh, Arturo —, me inventé un nombre al azar—, ¿te impo
