–¿De..., de qué se trata?
–Estoy seguro de que usted no desea, después de lo que sucedió ayer, que su padre siga dependiendo de la hospitalidad de Lord Polegate. Por lo tanto, sugiero que lo saquemos de su casa.
–¡Eso es lo que quiero hacer! Pero tengo miedo de...
Se detuvo, porque no se atrevía ni siquiera a expresar con palabras el temor que sentía de que si se llevaba a su padre a casa, Lord Polegate los siguiera allí, donde no habría nadie que la protegiera de él.
−Lo que yo le sugiero− dijo el Marqués−, es que llevemos a su padre a mi casa que, por fortuna, está también en Park Lane, no muy lejos de donde él se encuentra ahora. Usted puede alojarse allí también y yo me encargaré de que alguna dama de mi Familia le sirva como acompañante de respeto.
Isla unió las manos.
−¿Lo dice
