La majestuosa mansión Xi se inundó con la pesadez del silencio, solo interrumpido por el eco de los pasos de Jimin Xi y Sujin Woo. Después de una boda llena de pompa, la realidad de su unión comenzaba a tejerse en el tejido de sus vidas.Jimin, con su mirada fría, enfrentó a Sujin en la imponente sala de estar. "Escucha, Sujin Woo", dijo con un tono grave que resonó en la habitación. "Esta unión es solo un juego para mí. No pienses que significas algo para mí. Este matrimonio fue una decisión pragmática, no una elección basada en el afecto".Sujin, a pesar de la intimidación, no se dejó acobardar. Firme, mantuvo la mirada y respondió, "No me importa cuál sea tu razón. No permitiré que me trates con desprecio. Si has decidido jugar este juego, entonces jugaré a mi manera".Jimin, no acostumbrado a ser desafiado, apretó los puños con furia. "No tienes idea de quién eres ni de qué estás hablando. No eres más que una pieza en este rompecabezas que he construido para mi beneficio. No esperes que cambie mi forma de ser por ti".La atmósfera en la mansión se volvió tensa, con palabras afiladas danzando en el aire. Jimin continuó, explicando fríamente las razones detrás de su matrimonio de conveniencia, dejando claro que para él, Sujin era poco más que un peón en su estrategia.Sin embargo, Sujin, lejos de ceder ante la desdén de Jimin, se mantuvo firme. "Puede que hayas orquestado este matrimonio, pero no me romperás. No soy tu títere, Jimin Xi", declaró con valentía, desafiando las expectativas.El enfrentamiento entre ambos continuaba, una batalla de voluntades en la que cada palabra pronunciada resonaba con el eco de un futuro incierto.
Mientras Sujin y Jimin compartían desayunos separados, en la modesta casa de los Woo, una atmósfera cargada de emociones se desplegaba. Likang Woo, el padre, lidiaba con la culpabilidad de haber entregado a su hija a un matrimonio sin amor, mientras Cherry Woo, la madre, se debatía entre la preocupación y una extraña felicidad por la oportunidad social que este matrimonio les brindaba.Zumji, la hermana mayor de Sujin, observaba a sus padres con una mezcla de tristeza y angustia. Sabía que el destino de Sujin estaba sellado, pero la impotencia de no poder cambiarlo la atormentaba.Likang rompió el silencio tenso. "No podía permitir que el negocio se viniera abajo. Lo siento, Sujin", dijo con voz apesadumbrada. Cherry, aunque afligida, asintió en señal de resignación.En la mansión Xi, Jimin, en su propia burbuja de indiferencia, se preparaba para enfrentar un día lleno de responsabilidades empresariales. Sujin, por otro lado, estaba decidida a no dejarse vencer por la frialdad de su esposo, concentrándose en encontrar su propia fortaleza.Mientras tanto, en la oficina de Jimin, su asistente Buseok Li llegaba apresuradamente para informar sobre la reunión crucial con los empresarios chinos, Tao Fei. La perspectiva de la jornada laboral añadía más tensión al ya complicado panorama personal de Jimin.Simultáneamente, en la mansión, la llegada inesperada del padre de Jimin, quien regresaba de su viaje a Escocia, generó un cambio en la dinámica familiar. Hxian Xi, la madre, recibió a su esposo con una sonrisa, mientras Jimin observaba con indiferencia.La familia Xi se reuniría, cada m*****o llevando consigo sus propios secretos y conflictos. Mientras el destino de Jimin y Sujin continuaba su danza enredada, las emociones se desplegaban en distintas direcciones, marcando un capítulo más en esta historia de contrastes y dilemas.
Mientras el sol despertaba una nueva jornada, Sujin Woo se debatía entre sus aspiraciones y las realidades de su nueva vida. La idea de abandonar su sueño de convertirse en diseñadora pesaba en su corazón, y una determinación silenciosa se apoderaba de ella.Decidida a forjar su propio destino, Sujin buscó a Jimin, quien se encontraba en la mansión Xi. Al entrar en su estudio, Sujin titubeó antes de hablar. "Jimin, quiero terminar mi carrera como diseñadora. ¿Me permitirías trabajar en la empresa Xi?"La inquietud y la esperanza se reflejaban en los ojos de Sujin, quien temía la respuesta de su esposo. Mientras lo buscaba para continuar la conversación, la puerta del baño se abrió, revelando a Jimin con un bóxer que delineaba su figura esculpida. Un ligero rubor tiñó las mejillas de Sujin al captar la escena.Jimin, sin prestar mucha atención a la situación, la miró con indiferencia. "¿Qué quieres ahora?" preguntó, mientras secaba su cabello mojado.Con nerviosismo, Sujin continuó, "Quiero seguir con mi carrera y trabajar en la empresa. Estudié administración, y creo que podría ser útil".Jimin, sin inmutarse, la observó antes de acceder. "Haz lo que quieras. A mí no me importa lo que hagas con tu vida, pero no interfieras en mis asuntos".La noticia de la aprobación de Jimin alivió la preocupación de Sujin.
La invitación de Hxian Xi resonó en la mansión Xi, llamando a Jimin y Sujin a un encuentro familiar. La cena con el recién llegado suegro despertaba un mosaico de expectativas y tensiones.Cuando Sujin apareció en la cena, el asombro se reflejó en los ojos de Hxian. "Eres aún más hermosa de lo que imaginé", expresó la madre con una sonrisa, observando el largo y brillante cabello castaño de Sujin. La nuera se sentía halagada por el elogio, aunque su corazón latía con nerviosismo.La cena transcurría en un tono ameno, con Hxian encantada por la forma en que Sujin trataba a su hijo. La felicidad de la nuera era palpable, y la madre Xi se regocijaba al ver a Jimin, por primera vez, rodeado de una aura diferente.Sin embargo, el suegro, después de unos sorbos de su vino, decidió dirigirse directamente a Sujin. "Eres una mujer interesante, Sujin Woo. ¿Qué te atrajo de Jimin?" preguntó, desatando miradas sorprendidas alrededor de la mesa.Sujin, decidida a mantener la compostura, respondió con cortesía, "Jimin tiene muchas cualidades admirables". Sin embargo, sus palabras parecieron encender una chispa en Jimin, quien, a pesar de su aparente indiferencia, mostró signos de celos.La noche avanzaba entre risas y conversaciones, pero bajo la superficie, las dinámicas familiares se reconfiguraban. La aceptación de Sujin en la familia Xi dejó entrever un resplandor de conexión, pero también avivó las llamas de la competencia y la posesión.
La velada en la mansión Xi se deslizaba entre risas y complicidades, impulsada por el vino que fluía generosamente. Jimin, afectado por la bebida, mostraba un atisbo de vulnerabilidad mientras lidiaba con los límites del alcohol.Ante la sugerencia de Hxian de que no era seguro que Jimin manejara en su estado, la decisión de irse a casa se desvaneció. "¡Quédate a dormir, ambos!", exclamó Hxian, asegurándose de que la noche no concluyera tan rápido.Sujin, sorprendida por la propuesta, miró a Jimin buscando su aprobación. Antes de que pudiera responder, la madre Xi intervino: "¡Por supuesto que deben quedarse! Será una noche en familia". Jimin, con su juicio empañado, no opuso resistencia.A medida que la noche avanzaba, las habitaciones se asignaron para que todos se acomodaran. Sujin, nerviosa pero agradecida, aceptó la oferta de la madre Xi para quedarse en la mansión.En su estado de embriaguez, Jimin deambulaba por la casa, sus pasos titubeantes guiados por una mezcla de confusión y desinhibición. A escondidas, se detuvo frente a la puerta del cuarto de Sujin, sus sentidos nublados por el alcohol y un deseo mal definido que se gestaba en su interior.La escena que presenció dejó una marca imborrable en su mente. Sujin, ajena a su mirada furtiva, se cambiaba de ropa. Jimin, influenciado por la embriaguez, sintió un deseo inusual al verla. Se mordió los labios mientras su corazón latía aceleradamente.Sujin, sintiendo la presencia de alguien, volteó la mirada y se encontró con la figura de Jimin. Un rubor se apoderó de ella al darse cuenta de que estaba siendo observada. Sin embargo, en lugar de enojarse, Jimin la elogió. "Eres hermosa", murmuró casi para sí mismo.