Una esperanza para Jade

Capítulo 5

Siento como caigo contra algo duro, mi rostro se encoge de dolor, pero me duele más el pecho por todo lo que está sucediendo, no puedo concebir que Erick me esté tratando de esa forma tan cruel; dejo que mis lágrimas fluyan aún con mis ojos cerrados, estoy temblando, ¿Cómo es que algo tan bonito termina de esta manera tan caótica?, el sonido de unos pesados pasos aproximándose hacia mí me hace volver un poco a mi realidad, unas manos me toman firmemente por los hombros y abro los ojos de golpe, justo frente a mí con una mirada llena de preocupación, papá, sin importar nada, me abalanzo hacia él soltando un alarido desgarrador, duele mucho

—¡Papá!

Grito entre sollozos, sus brazos me rodean de forma protectora mientras acaricia mi cabeza, milagrosamente conserva el equilibrio para no caer contra el suelo; sorbo por mi nariz de manera poco femenina, pero creo los modales en este momento están de más, me siento pequeña, completamente insignificante, es como caer por un pozo obscuro y sin fondo, quizás suene como la persona más dramática, pero puedo jurar que jamás había amado de esta manera a alguien, jamás me había importado lo que opinaran de mí, pero esta vez todo fue diferente, la persona a la que le confíe mi corazón me acaba de batear como si fuese una pelota de beisbol

—Tranquila, pequeña, aquí estoy, dime que es lo que sucede, ¿Qué carajos te dijo Erick? Pero la más importante, ¿Cómo es que apareciste aquí?

Me toma por los hombros y me separa un poco de él, me ayuda a incorporarme quedando ambos de pie, aun así, me aferro a su camisa, siento algo de vértigo por toda esta avalancha de emociones, mis reflejos no son tan buenos y seguro si no me sostengo me caeré, mi visión es un tanto borrosa por las lágrimas, mi labio inferior tiembla y trato de respirar, pero siento que voy a hiperventilar, me falta un poco el aire, mis manos están temblando, los ojos de papá centellean azulino y puedo ver como traga en seco

—Déjame ver tus recuerdos, Jade

Asiento y lo miro directo a los ojos, puedo sentir un hormigueo recorriendo mi espalda, noto como frunce el ceño y luego sus ojos centellean rojizo, pero me percato de algo más, una especie de energía emana de él, ¿Acaso esto es a lo que definen como aura? Me dan escalofríos, es obscura, bastante poderosa, tanto así que me da algo de miedo; parpadeo un par de veces y desvío la mirada hacia la punta de mis pies

—Sabía las intenciones de ese hijo de puta, pero jamás me imaginé que sería tan cruel contigo, ¡Voy a matarlo!

Gruñe esto último separándose de mí, en una acción instintiva, lo sujeto por el brazo

—¡No vayas!

Suplico, él solo me mira severo, puedo sentir como su aura se incrementa cada vez más a la par de que su piel va palideciendo, creo que está sacando su lado demoniaco en este momento y no será bueno, debo detenerlo

—¿Qué está sucediendo? ¿Jade? ¿Qué no fuiste a almorzar con Erick?

El tono de confusión de mamá llama nuestra atención, ¡Dios! Gracias por aparecer en el momento indicado, giro mi cabeza un poco y la veo en el umbral que conecta al salón con el living, sin poder controlarlo, comienzo a hacer pucheros y ella se acerca a toda prisa

—Dame una buena razón para no ir a sacarle la mierda a golpes, Jade, te lastimó mucho, ¡No se merece tu compasión! Él es un maldito monstruo

La ira se ve reflejada en cada una de sus palabras haciéndome estremecer, pocas veces he visto a papá molesto, pero quizás porque esta vez se trate de algo que tiene que ver directamente conmigo, lo resiento aún más

—Sí vas, le darás la razón, yo no quiero eso, no quiero darle el gane

Mamá le da una mirada a papá y este cierra los ojos, su aura va disminuyendo a una más tranquila, mamá me abraza y yo le correspondo mientras papá nos rodea a ambas con sus brazos

—Te dije que tienes un gran corazón, pequeña, no te merece

—Pero yo lo amo

Sollozo abrazando aún más fuerte a mamá, escucho como ambos sueltan una pesada respiración al mismo tiempo

—Pronto pasará, lo prometo, deja que el tiempo se encargue

Responde mamá, yo solo puedo temblar sin dejar de llorar, me siento cansada tanto física como emocionalmente, necesito un tiempo fuera, quiero dormir y dejar de pensar, necesito estar sola, dejarme fluir llorando, espero eso me sirva para desahogarme un poco y después analizar el cómo continuar con mi vida

—Jade, necesitamos hablar sobre cómo le hiciste para aparecer aquí

—Lo sé papá, solo déjame aclarar mis ideas, ¿Quieres? Esto es duro

Rompemos el abrazo grupal, ambos me miran y yo trato inútilmente de limpiar mis lágrimas con mis manos, seguro me veo fatal; cierro mis ojos un momento y respiro profundo tratando inútilmente de relajarme

—Te daremos tu espacio, pero recuerda que esto es importante, cariño

—Si mamá

Respondo y comienzo mi camino hacia la escalera, no estoy de humor para subir estos escalones de uno en uno, siento como el vello de mi nuca se eriza y cierro mis ojos al poner mi mano sobre la barandilla, deseo estar en mi habitación, en cuestión de segundos, siento como si algo chocara contra mis pies, abro los ojos de golpe y me veo de pie en mi habitación, levanto mis manos para observarlas por un momento, no está esa extraña energía, espero poder dominar todo esto, me resulta demasiado abrumador; me acerco hasta mi cama y me dejo caer sobre el mullido colchón

—Osito, ¿Por qué me dejaste de amar?

Sollozo abrazando mi almohada, es increíble cómo aun ayer me veía con él caminando hacia el altar, como creí en un para siempre y ahora todo se queda en nada, un paraíso destrozado que me lleva hacia la soledad, me hago un ovillo quedando en posición fetal aferrándome a mi almohada mientras lloro hasta el cansancio, hasta ya no saber de mí.

******            ******

—Jade, cariño, despierta mi niña

La voz suave de mamá se escucha apenas, abro mis ojos lentamente, me cuesta algo de trabajo hacerlo, seguro por la hinchazón al haber llorado tanto, me incorporo quedando sentada sobre la cama y la veo ahí con su mirada cargada de compasión, le doy una sonrisa triste

—Hola mami

—Hola pequeñita

Se acerca aún más hasta sentarse a mi lado, me hace una ceña y la abrazo de inmediato, es fascinante cómo un abrazo de mamá puede reconfortarme hasta en los peores momentos

—Ya mi nena, sabes que siempre nos tendrás a mí y a tu papá, por más grande que estés, para nosotros serás la bebé

—Mamá, me gritó cosas horribles

Susurro, sus manos van a mis hombros y me separa un poco de ella, sus ojos marrones llenos del amor más grande se posan en los míos, ella emana paz, siempre lo ha hecho, incluso su aroma da calma, lleva una mano a mi mejilla retirándome un mechón de cabello que lo acomoda detrás de mi oreja

—Lo sé, tu padre me mostró y créeme, también estoy enfadada con él, no es justo, tu no merecías la sarta de estupideces que te gritó, es un jodido imbécil

—¡Mamá!

Llamo su atención al oírla hablando de esa forma, ella frunce el ceño desviando su mirada hacia otro punto de mi habitación, noto el sonrojo en sus mejillas, ella no suele usar ese vocabulario o por lo menos, no frente a nosotros

—Lo siento, es que me enfadé tanto, fue horrible, pero no quiero abrumarte con el tema, necesitas tiempo para sanar tus heridas

Suspira y sus manos forman puños sobre su regazo, de verdad que está enfadada

—Mamá ¿Cómo recuperarme de esto? Los seres como nosotros solo se enamoran una vez, yo amo a Erick, aunque me hizo sentir miserable, ¿Cómo me lo arranco del corazón?

Sus labios forman una fina línea, pareciera pensar en algo; es imposible que me vuelva a enamorar, son años de relación, citas, recuerdos, risas, muchas cosas que compartimos juntos, incluso teníamos uno que otro plan, aún no digiero lo que acaba de pasar, quizás es el estado de shock, no tengo ni la menor idea

—Quizás suene como algo que diría tu papá, pero, no necesito meterme en tu cabeza para saber que estás pensando, hija, pero puedo decirte que va a pasar, te va a costar, pero no puedes dejarte caer, tienes que mantenerte de pie ante la tormenta y sabes que nos tienes a nosotros, así que sal, toma tu tiempo, distráete, haz yoga, toca tu guitarra, canta, baila, lo que sea que te haga sentir mejor y el tiempo se encargará del resto, pero sabes que aunque el mundo se está derrumbando, nosotros estaremos para ti

Sus manos acunan mis mejillas, yo solo siento un nudo en la garganta, lloré tanto que ya no tengo más lágrimas por derramar; mamá besa mi frente y se pone de pie frente a mi dándome su mano, la cual tomo de inmediato

—Ahora vamos al living, Dom compró pizza, tu favorita con extra queso, cenaremos viendo alguna película que sea apta para tu hermanito y luego de eso veremos lo de tus poderes, es importante tocar ese tema porque no queremos que te hagas daño, hija

Asiento mientras me pongo de pie, sí, mis poderes se desencadenaron de la nada y en el momento menos indicado, quizás todo ese sufrimiento hizo que salieran a flote y gracias a ello terminé usándolos contra Erick, necesito saber qué es lo que puedo dominar y que es lo que no, ya no quiero lastimar a nadie, no quiero ser un monstruo, debo mover el trasero y juntar los pedacitos de mí, quizás el tiempo y la distancia hagan que mi osito me extrañe y vuelva a mí.

******            ******

—Oye, Jade, ¿Por qué tienes la cara hinchada?

Pregunta con curiosidad mientras bebe un poco de jugo

—Domi, no molestes a tu hermana

—Solo estaba preguntando, mamá

Protesta mi pequeño hermano, la película al fin terminó, ya no me siento en edad de dibujos animados, pero es lo único que puede ver Domi, quizás es lo que extraño de cuando mis hermanas vivían con nosotros, aunque Agata hace años que vive con Ian, nos divertíamos mucho en nuestras noches de chicas, algo así como las tres mosqueteras, pero siendo hermanas, y a pesar de mis diferencias con Amber, puedo decir que no pude tener mejor gemela que ella, un tanto salvaje, pero siempre muy familiar

—No tengo nada, Domi, solo el maquillaje me hizo reacción alérgica

Explico tocando con mis dedos las bolsas bajo mis ojos, creo que necesitaré mil mascarillas para desaparecer esto, aunque a este paso durarán días  

—¿Ves? Te dije que, no ocupadas todas esas cosas raras, hermana, además, tú eres muy bonita, no las necesitas

Dice dándome una sonrisa, le correspondo, es un niño adorable, habla demasiado en ocasiones, pero es un amor

—Jade, acompáñame al estudio, hija

Me llama papá, Domi corre hasta él y lo abraza

—Beso de buenas noches

Papá le sonríe y lo carga con suma facilidad para después besar sus mejillas

—Te amo, campeón, a dormir

—No olvides cepillarte tus dientes, pequeño

—Si mamá

—Buenas noches, Domi

—Buenas noches, hermana

Dice corriendo hacia las escaleras, sonrío negando con la cabeza, un día de estos se caerá y se lastimará por no obedecer el no correr dentro de casa

—Bueno, hija, podemos hablar aquí o en el estudio, donde estés cómoda

—Papá, en verdad me siento muy cansada, ¿No podemos dejarlo para otro día?

Hace una mueca y su mirada va de mi a mamá

—Nena, debemos hacerlo ahora, sé que en lo emocional necesitas mucho que sanar, pero en este momento tus poderes son de igual importancia, imagínate que te dejamos sola con Domi y sin querer tus poderes reaccionan, creo que te llevarías un susto con ello, ¿Recuerdas cuando comencé a mover cosas?

Pregunta mamá, cierto, mis poderes podrían ocasionar una catástrofe

—Lo recuerdo, casi me matas de un golpe en la cabeza con un libro

—Es lo que queremos evitar, cariño, necesito saber qué es lo que tienes bajo control y que no, la verdad no me esperaba que tus poderes salieran, aclaro, no porque seas incapaz, sino porque no creí que te sintieras en un peligro tan grande que necesitaras usarlos

Cierro los ojos un momento y suspiro, ¿En peligro? Bueno, no precisamente le llamaría así, pero si me sentí sin salida, aún me siento perdida a pesar de estar en casa a salvo, no quiero ni debo caer en la locura, es difícil mantener la cabeza fría en estos momentos, pero debo intentarlo, me ha costado bastante ganarme la confianza de mi familia después de aquel obscuro error, no porque sean malos, sino porque a causa de lo que hice vivieron un tiempo con una paranoia bastante justificable, me vi débil, tonta y manipulable, es increíble que las personas que están a tu alrededor puedan ser las que puedan dañarte o destruirte, en mi caso fue por seguirle la corriente a la idiota de Elsa Harris, jamás debí aceptar consumir esas cosas en aquella fiesta, pero tomé como mi mayor prioridad la popularidad, el pertenecer a un círculo de personas que realmente eran basura, arrastrándome con ellos a ese acto tan estúpido, me sentí horriblemente avergonzada cuando papá me descubrió aquella tarde en mi habitación, estar en ese centro de rehabilitación me hizo vivir al borde de la locura, la desintoxicación, la ansiedad, aunque fueron pocas veces lo que consumí, iba comenzando con mi adicción, agradezco que me descubrieran a tiempo, me salvaron; abro los ojos y levanto una de mis manos, respiro lentamente y siento como una energía recorre mi cuerpo centrándose hasta ese punto, una esferas azul neón comienza a formarse, papá abro los ojos cual platos, muevo un poco mis dedos y la esfera aumenta de tamaño

—Jade

—Puedo controlarlo, solo observa

Cierro mis ojos y vuelvo a respirar profundo, al abrirlos la esfera comienza a disminuir su volumen hasta desaparecer por completo, de nuevo miro hacia papá que solo tiene sus cejas arqueadas en señal de sorpresa

—¡Vaya! Tienes buen dominio de eso, cariño

—No sé exactamente cómo explicarlo, solo sé que por instinto puedo hacerlo, para desaparecer lo único que hago es desear estar en cierto punto y aparezco justo donde quiero, pude ver tu aura y la de mamá, también la de Domi, pero no sé qué más puedo hacer, estaremos de acuerdo que no estoy de humor para ponerme a hacer experimentos en estos momentos ¿Cierto?

Se pasa una mano por su cabeza y luego niega, en definitiva, no estoy para jugar a adivinen que poder tengo, necesito primero estar tranquila, luego viene lo demás

—Está bien, te daré tu espació, nos iremos paso a paso, pero necesito que tu entrenamiento comience pronto, porque imagino quieres una vida normal, trabajar… ¿Ya te hablaron los de Forbes?

—Aun no, papá, pero si, sabes que sueño con trabajar en esa revista, conocer a gente influyente de verdad y tener y gusto de entrevistarlos, pero, sobre todo, el ser famosa a costillas de mi trabajo, no de ser tu hija, sin que se tome a mal, sabes que te amo, pero no me gustaría vivir bajo la sombra de ser la hija de Dominick Stargees

Me da una sonrisa y asiente

—Te comprendo, bueno, ayudaré a tu mamá a recoger este desastre y te dejamos descansar ¿Ok? Solo una cosa más, bueno, dos

—Dime

—La primera…

Hace una pausa y se acerca a mi tomándome por los hombros, me da una sonrisa cálida y sus ojos centellean azulino

—Te amamos, no estás sola, sabes que te ayudaremos en lo que sea, pero debes poner de tu parte y no dejarte hundir, perdón que te lo diga, pero el cabrón no te merece

Cierro los ojos, siento como mi corazón se encoge, no puedo evitarlo, quisiera tener un botón para desecharlo de mi vida sin dolor, pero no lo tengo

—La segunda es que eres increíble con esto de tus poderes, lograrás muchas cosas, pero recuerda, lo más hermoso que tienes es tu gran corazón, cuídalo

Deposita un beso en mi frente, suspiro, toma su distancia dándome una sonrisa triste y yo solo puedo abrazarme a mí misma, mamá se pone a mi lado tomando mi mano

—Eres fuerte Jade

—Gracias mami

—Ahora ve a tu habitación, descansa, lo necesitas

Asiento y mientras se alejan un par de pasos de mí, deseo estar de vuelta a mi habitación, necesito un baño con agua caliente, necesito desconectarme un poco y tratar de meditar; siento como mi energía fluye a través de mi cuerpo, recorriéndome de pies a cabeza, cierro los ojos y siento el cambio en el ambiente, al abrir mis ojos de nuevo, me percato que estoy en mi pieza de vuelta, me encamino hacia mi armario, necesito una pijama de franela, de esas que te hacen sentir reconfortada al ponértelas; tomo una de las tantas que guardo en el cajón y unas pantis, de otro de mis cajones tomo una de mis velas aromáticas de vainilla y una caja de fósforos, recuerdo que Amber se burlaba de mi por tener estas cosas guardadas aquí, no se imagina lo útil que es tenerlas siempre a la mano; me hago camino hacia el baño, es hora de mimarse un poquito después de un día de mierda.