capitulo 3

1199 Words
Oliver Estaba hecho polvo, aunque por fuera parecía estar en perfecto estado por dentro algo en mi se estaba derrumbando ¿Cómo pude ofrecerle algo así? Me sentía el hombre mas idiota del mundo, seguro que, si mis padres lo supieran la decepción seria inmensa, los buenos valores y la decencia siempre los ha caracterizado a ambos y crearon un ambiente lleno de amor para mi y mis hermanas, siempre ensañándonos que el respeto y el amor eran esenciales en una relación. ¿Qué me había llevado a decirle aquello a Analí? Me gustaba estar con ella, pero simplemente mi corazón se negaba amar a alguien más. Tuve que irme sin despedirme de ella, aunque considerando la situación creo que fue lo mejor. Llegué a las 7 de la mañana a Londres y descansé en la habitación de mi hotel para luego ir a una reunión importante como los otros tres días que pasaría aquí, no sin antes hacer la visita que permitía que mi empresa siempre estuviera ligada a Londres. -Hola Diana, como sigues? – pregunté, aunque a simplemente se veía que no muy bien. -los doctores dicen que mejor, pero si te soy sincera no lo creo. - eso causo que algo se removiera en mí, pero decidí cambiar de tema. -¿cómo esta Liam?- su rostro cambio de inmediato a una gran sonrisa. -esta bien, cuando sepa que estas aquí seguro se pondrá muy feliz. - Lo siento, pero esta vez no puedo verlo, mejor no le digas que he venido, se pondrá triste, he venido por negocios y sabes que no me gusta mezclarlo todo, pero pronto vendré a verlo. -esta bien, pero por favor Oliver ven pronto. -lo hare, te lo prometo. Luego de esa corta visita me sentía nostálgico como siempre, a veces pensaba que la vida era tan injusta, me sorprendía ver como personas tan bondadosas y llenas de vida tenían los días contados, me hacia recordad que la vida solo es un paseo, que la vida no esta en nuestras manos, que en un abrir y cerrar de ojos se nos puede escapar, me hacia recapacitar que mi vida estaba pasando sin sentido alguno y que en cierto modo no la estaba viviendo. Durante el viaje de regreso pensé en Analí, no podía sacarla de mi mente era como una droga para mi cuerpo por lo tanto no permitiría que las cosas se quedarán así. No recibiría un No por respuesta. Apenas llegué a la ciudad le pedí a Luke que me llevará directo a la Empresa. Eran las 5:40 por lo tanto faltaba media hora más o menos para la salida de Analí. Al llegar subí el elevador pensando en que podría decirle, al abrirse las puertas en el piso 15 pude ver como la rubia recogía las cosas en su bolso de espaldas a mí, Para luego volverse a apagar el computador. -ya te vas? - al escuchar mi voz se quedó pasmada y levantó la vista sin aún creerlo. -Si... Ya me iba. -Bien dicho Porque necesito que me acompañes. Vamos -ok. Ya voy-dijo apagando el computador. No espere a que se levantara de la silla y me fui directamente al elevador, las puertas estaban por cerrarse y Aun nadie entraba, me asomé por el pasillo y no había rastró alguno de Analí. Al llegar al primer piso aún no estaba ella, pero sólo a unos pocos segundos la vi bajar por las escaleras y camino directo a mí. -por qué no te subiste conmigo? - me gusta bajar las escaleras, además así ejercito un poco mi cuerpo. - su comentario no pasó desapercibido causando que mis ojos hicieran un pequeño recorrido por todo su cuerpo. - eso. ¿O no querías que estuviéramos solos en un elevador bajando 15 pisos? - ¿nos vamos? - preguntó esquivando mi pregunta -si. -respondí victorioso. Conduje hasta el restaurante en donde había hecho reservación para dos. Y me baje a abrir su puerta como mi padre me había enseñado a hacer con mis hermanas y mi madre. Al bajarse pude notar la confusión en su rostro. -reservación para dos a nombre de Brigthmore. -Claro señor por aquí. - que esto Oliver? - creo que no quedamos en los mejores términos la otra noche, así que pensé en que lo mejor era que habláramos. -bien. Empieza -fue su seca respuesta. - primero que todo quiero disculparme por cómo te dejé esa noche... tenía que viajar urgente y por la diferencia de horario me tocó irme sin avisar. -No te preocupes por eso. – dijo no muy convencida de su respuesta. -está bien. El mesero llegó y pidió nuestra orden. La cual no tardó tanto en llegar. -tenemos que hablar, pero en un lugar más privado. -de que tenemos que hablar? -Te parece si vamos a mi casa? -pregunté haciendo que se sonrojara un poco. - descuida sólo vamos a hablar. Te lo juro. Luego de que aceptará fuimos directo a mi casa, al llegar pude ver su expresión de sorpresa. Mi casa era bastante grande y lujosa además de tener un Jardín hermoso. Al entrar a la casa serví un poco de vino para ambos y procedí a hablar. -Analí- dije tomando su mano -¿qué? – respondió esquiva apartando su mano de la mía. -No sé qué me pasa. -de que hablas? - en todo el viaje no dejé de pensar en ti-dije acercándome a ella y besando el lóbulo de su oreja-en Tu cuerpo y tu… -Basta. Te dije que no iba a aceptar tu propuesta Oliver. – me recordó muy convencida. -Lo sé. Yo sólo pensé que tal vez habías cambiado de opinión. -Pues te has equivocado.   Analí -Enserio? -escuché que preguntó aun despaldas a mí. -si. -respondí para tratarme de zafar de su agarre, lo cual fue inevitable ya que de inmediato me volteó para besarme con pasión y lujuria. Eso era justo lo que debía tratar de evitar. Me lo había repetido incontables veces, pero no, pasó. Sus labios eran adictivos una vez los míos los tocaban no podían dejar de hacerlo. De repente sentí como me tomó por las caderas y me cargó en uno de sus hombros para subir las escaleras. -Bájame. -dije dando palmadas en su espalda a lo cual el sólo se reía. Al llegar al segundo piso se detuvo frente a una puerta para abrirla y entrar a la habitación en donde Seguidamente me dejo en la cama y se acercó a besarme, un beso distinto al primero, suave, tierno pero apasionado a la vez. Lo cual hacía que lo deseara más. -si no quieres hacer nada puedes irte-dijo al terminar el beso, viéndome directamente a los ojos. -te odio. -dije besándolo nuevamente, pero recordé todo, recordé como me había ignorado luego de pasar una noche juntos, recordé lo mal que me había sentido con su propuesta, recordé lo frio que podía llegar a hacer, recordé la voz de dos adolescentes prometiendo a su mamá que no dejarían que jugaran con ellas, recordé todo lo que sufrí en el pasado por un hombre, y pare todo, no podía hacerme esto, no otra vez.  -No… Oliver no puedo. En serio todo acabo ese día, pensé que te había quedado claro. -yo... vale no te presionare. Justo cuanto iba a salir por la puerta su voz me detuvo. - no soy así… no se que me pasa, en serio lo siento. – y me fui, no tenia nada que decirle, y nada de lo que me dijera me iba a hacer cambiar de opinión. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD