Analí
Los rayos de sol que entran por la venta hicieron que poco apoco fuera abriendo los ojos para así encontrarme abrazada en unos brazos conocidos. Cuidadosamente los quite mi torso y salí de la habitación, mientras bajaba las escaleras un crujido por parte de mi estomago hizo que me dirigiera a la cocina. No podía parar de pensar en lo que anoche había pasado, había sido tan mágica, el abrazo, el baile, el beso, tan increíble que al final no pude resistirme y como una tonta caí bajo su hechizo, y aunque esta vez se que fue diferente para los dos, había vuelto al mismo sitio, a la misma situación a la que tantas veces me he prometido no volver, mi vida se había convertido a en un circulo vicioso del que no podía escapar, siempre regresaba al mismo sitio y cuando pensaba que había logra
