Nina se levantó en la penumbra, mucho antes de que la alarma de Mason pudiera interrumpir el silencio tranquilo del amanecer. Se estiró con cuidado, pasando una mano por su vientre mientras se levantaba de la cama. Sabía que el día sería largo: las sesiones de fotografía habían sido reanudadas y, aunque Mason intentaba ser protector, Nina estaba decidida a cumplir con sus compromisos. Pero primero, tenía que prepararse.
El baño estaba iluminado por la luz suave de una lámpara, suficiente para que pudiera verse en el espejo. Nina se recogió el cabello en un moño desordenado y comenzó a preparar las cosas para depilarse. Había decidido que hoy todo debía estar perfecto, especialmente con las nuevas piezas de lencería que modelaría.
Las primeras sesiones fueron perfectas, debía asegurarse d
