capítulo 2. La sorpesa

826 Words
Angela Llegamos al auditorio y ya estaban casi todos los graduados y sus familias. A lo lejos vi a una pareja muy familiar, cuando los reconocí corrí a sus brazos. Eran mis padres. Venían muy elegantes como siempre, papá vestía un traje color gris bien arreglado, es un hombre alto, fuerte y bien parecido, con sus ojos miel y cabello color ámbar, traía en su muñeca derecha su inseparable reloj color plata que fue regalo de mi mamá en su primer aniversario y mamá vestía un vestido a media pantorrilla color amarillo muy hermosa, su maquillaje suave con su cabello suelto rubio que le llega a media espalda, ella es un poco alta igual que yo, de ojos verdes oliva -'de ella los herede'- cuando los abracé me devolvieron el abrazo. - Querida hija, que orgulloso me siento nuevamente hoy de ti- comentó papá mientras me separaba de ellos - Hoy al fin mi niña ya será una adulta preparada para enfrentar al mundo- me dice muy contenta mi madre. - Gracias por estar aquí y por siempre apoyarme- les dije mientras se acercaba Karly a saludarlos, ellos la querían como una hija más y la verdad yo también la sentía de mi familia. - Que gusto verlos nuevamente señores Parker- se abrazan - Felicidades hija lo lograron- le dice mi madre a ella, hablamos un poco luego pasamos a los asientos asignados pero alguien me falta... - Mamá, ¿mi hermano no venía con ustedes?- arrugo el entrecejo mientras pregunto. - Si pero hubo un contratiempo con algo de la empresa de tu padre y él se ofreció para ir a resolverlo pero llegará a media ceremonia, no te preocupes- responde tranquilamente - Esta bien. - Es hora de empezar- dice Karly cuando escuchamos la melodía de inicio. Nos sentamos en nuestros lugares, dan la bienvenida a todos, los agradecimientos, el discurso que preparó el presidente de clase y por último nos nombrar para pasar y tomar las fotos (traemos encima de nuestros vestidos la toga y el birrete), termina todo y regresamos con mis padres y a mamá ya se le escurrió un poco el maquillaje por las lágrimas y papá no deja de tomar fotos con su cámara instantánea -le gustan esas cosas- y de repente veo a mi hermano, un hombre alto muy parecido a mi padre pero con ojos verdes -en definitiva mi madre gano ahí- es su versión joven, me lleva 4 años, tiene su propia empresa de tecnología junto a su socio y amigo Emiliano que no veo desde hace más de 10 años. - Pequeña que gusto verte- me abraza y me da vueltas 'como si fuera una niña chiquita' - Mi troglodita favorito- le digo cuando me baja y ambos sonreímos. - Hola Noah- saluda mi amiga un poco nerviosa - Hola hermosa- responde con una sonrisa coqueta y dándole un abrazo, 'espera,le dijo... hermosa?' in-te-re-san-te... - Vámonos jóvenes, ya nos espera el auto- nos grita mi padre a lo lejos, no me di cuenta cuando avanzaron. - Vamos pequeñas- nos toma del brazo a cada una y me dice en voz baja- a ti todavía te espera una sorpresa- dice con una sonrisa de oreja a oreja y yo solo lo veo confundida pero no me da tiempo de preguntar cuando ya estamos en el auto ( el mio de seguro mandarán a alguien a buscarlos mas tarde). Llegamos y la señorita de la entrada nos dirige a nuestra mesa junto a otras familias de nuestros compañeros y veo un asiento vacío a mi lado. Mientras hablamos de nuestras propuestas de trabajo y viajes, mi hermano insiste en que trabajemos en su empresa o en alguna sucursal, Karly acepta rápidamente cuando Noah dice que necesita una asistente por el momento, yo me rió y ella me fulmina con la mirada, estoy por decir que no trabajaré con ellos cuando una mano en mi hombro derecho me sorprende con una rara sensación electrizante, escucho una voz gruesa y muy varonil hablar. - Claro que aceptará mi angel, ella será mi asistente, necesito a alguien capaz y preparada a mi lado- y yo volteo a verlo lentamente mientras él toma asiento. ¡Santa madre! está con su hermosa sonrisa y ya no está ese niño que me cuidaba siempre, en cambio, está frente a mi todo un hombre fuerte y musculoso, con un traje echo a la medida, de ojos color azul profundo como el mar, cabello dorado un poco largo peinado hacía atrás, labios gruesos, nariz recta algo respingada y -'no puede ser, es todo un dios griego'- me dice mi subconsciente, siento que alguien me mueve el codo y es karly con sonrisa pícara. - ¿Emiliano?- digo asombrada y saliendo de mis pensamientos - Quién más te llamaría así- dice levantando de un lado la comisura de sus labios-, entonces ¿aceptas?- pregunta y le devuelvo la sonrisa y respondo - Acepto "contigo acepto todo"
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