Demonios prohibidos

Me gustas

Eros

Liah es realmente hermosa, lo sé desde que la vi por primera vez, esos ojos grises llenos de misterio, ese cabello largo y castaño, esa perfecta nariz, esos labios carnosos que cualquiera muere por besar, tenerla frente a mi es un jodido privilegio.

Hace una semana conocí a Liah y desde el primer instante que la vi supe que esa chica sería muy importante para mi, pero jamás me imagine lo rápido que se convertiria en mi prioridad, sonrió como un idiota.

-Te miro y quiero saberlo todo de ti, cada lágrima que has derramado, cada sonrisa, cada llanto enternecedor, cada mirada, cada día de dolor, eres para mi un misterio encantador.- esas palabras salen de mis labios sin previo aviso.

Liah no dice nada, sólo sonrie de una forma que no logró desifrar, me ve pero no dice nada.

-Me gustas-digo muy nervioso y se que ella nota esos nervios porque una risa burlona sale de sus labios

-pense que tardarias más tiempo en decírmelo-dice con toda la tranquilidad del mundo

¿Cómo es que esta totalmente tranquila después de lo que le dije?

-¿no te sorprendes?-digo viéndola confundido

-No mucho,pero tú....me lo has dicho muy rápido-dice soltando una pequeña risa

-¿así que te da igual?-pregunto un poco molesto

Su expresión cambia de divertida a seria.

-no me da igual,a comparación de todos los que me han dicho que los gusto,tú eres el único que realmente me importa-dice soltando un suspiro.

¿Estoy soñando? No

-no esperaba esa respuesta-digo sincero y ella suelta una risa divertida

-yo tampoco-dice desviando su mirada

-Entonces,¿yo también te gusto?-pregunto con toda la curiosidad del mundo

-supongo que si,no estoy segura-dice con una mirada fría

-Bueno,es un avance-digo sonriendo.

Liah

Me siento extraña,es una sensación que nunca he sentido,Eros me dijo que le gusto,muchos me lo han dicho,pero con el me puse nerviosa y eso jamás me ha pasado,supongo que el también me gusta.

-deberíamos volver-digo fría

-si si-dice el levantandose y ofreciondome su ayuda,toma su mano y siento algo que tampoco había sentido hacía un chico,así que la suelto rápidamente.

El camino a casa de Eros es silencioso,nadie dice nada,pero no es incómodo.

-Llegamos-digo estacionando el auto en frente de la casa de Eros

-Gracias-dice bajando del auto en silencio.

Recuerdo el beso en la mejilla que me dio cuando lo vine a traer

Regresa al auto corriendo y se vuelve a subir

-Feliz noche,avisame cuando llegues a casa-dice sonriendo para mi

-claro-digo sonriendo como una tonta

Me ve pero no dice nada,veo como sus manos se dirigen a mi rostro,toma mi rostro con suma delicadeza y me da un beso en la mejilla, se despega de mi.

-Me encantas-dice bajando del auto.