¿Por qué siempre hay fila en el baño de mujeres? El líquido consumido esta noche ya pesa mucho en mi vejiga, y la situación se agrava mientras más me acerco a esa puerta. Afortunadamente, solo tardo dos segundos en subir mi vestido y bajar mis bragas para sentir esa sensación de alivio, casi placentera, que se genera mientras la urgencia desaparece. Ojalá todas mis urgencias se esfumaran así de fácil y rápido. Lo estoy intentando, en serio que sí. Inicialmente, jugué con los labios de Dylan, tratando de hacer que mi mente se centre en él. Al fin y al cabo, la atracción es algo mental, pero, aunque su beso es suave, húmedo, y su lengua juguetona, carece del poder demandante que necesito para sentir que pierdo el control y poder desahogar todas mis frustraciones con su cuerpo. Me organizo

