Dakota
El picnic fue perfecto. Fue todo lo que no había sabido que necesitaba. Pasar tiempo con Kellan, solo conociéndolo sin pensar en el trabajo en absoluto, fue el descanso que había querido sin darme cuenta.
Además, era un tipo increíble. Cuanto más lo conocía, más sentía que podía hablar con él. Entendía quién era yo de tantas maneras que nadie más lo hacía, y sentía que habíamos creado un tipo de vínculo que no había tenido con nadie antes.
Eso también me asustaba. ¿Qué pasaría si me enamoraba profundamente de este hombre y él no sentía lo mismo por mí? Esto no se suponía que fuera una relación, después de todo. Todo había sido sobre el trabajo, y aún competíamos por el mismo contrato. Técnicamente, seguíamos siendo rivales.
Solo que cada vez era más difícil ver a Kellan como el
