THIAGO Dana entró a mi oficina. Yo estaba sentado en mi escritorio, con las manos en el cabello. Había circulado otro artículo sobre mí, esta vez en un periódico de negocios. —Esto se está saliendo de control —le dije a Dana cuando se sentó—. ¿Viste el Fortnight? El Finance Fortnight era un periódico que circulaba cada dos semanas con todas las actualizaciones importantes del mundo empresarial. Cubría todo, desde el índice del mercado de valores hasta quién era quién y a quién había que vigilar. —Lo vi —dijo Dana. Dejó su bolso en el suelo, junto al sillón donde se sentó. —¿Desde cuándo el Fortnight es un maldito canal de chismes? Se supone que es sobre negocios, no sobre escándalos ridículos inventados. —Solté el aire inflando las mejillas. —Si Newmark & Lewis emitieron el comunicad

