KAIRA
El aeropuerto estaba caótico. Llegué tres horas antes para registrarme y hacer revisar mi equipaje, y aún así sentía que había una carrera frenética para tener todo listo.
Toda mi familia había venido al aeropuerto para despedirse. Todos mis hermanos, sus parejas y sus hijos; debió haber sido la despedida familiar más grande en Seattle.
Después de registrar mi equipaje, el resto de mi familia se fue hasta que solo quedó mi mamá.
—No puedo dejarte todavía —dijo mamá con lágrimas en los ojos. —No puedo creer que estés haciendo esto.
—Tenía que hacer algo, mamá.
Mamá asintió y me abrazó. —Lo entiendo. Entiendo que siempre has querido liberarte y esta es tu oportunidad. Solo no puedo creer que esto esté pasando justo antes de que tengas un bebé.
Asentí. Era una locura, lo sabía. S
