KAIRA
En el día del asado, Dante y Siena metieron un montón de juguetes en el auto para que Alan pudiera jugar, Siena preparó una ensalada y nos dirigimos a una casa a solo un par de cuadras de donde vivían Dante y Siena.
La casa era grande y moderna, con jardines de temática tropical y una hermosa fuente de agua que serpenteaba alrededor de toda la construcción. Peces koi, grandes y pequeños, brillaban bajo las suaves ondulaciones del agua. Una gran monstera con hojas anchas y brillantes decoraba la entrada principal como pieza central.
Irina nos abrió la puerta personalmente, y me presentaron a una mujer de cabello oscuro y sonrisa fácil. Me cayó bien de inmediato, y entendí por qué a Siena también le agradaba.
—Es tan bueno verte otra vez —dijo Irina a Siena, dándole un abrazo—. ¡Y
